El cerco cada día es más pequeño para los propietarios de vehículos. Prácticamente están en cuenta regresiva para verse obligados a sacarlos de circulación, y uno de los motivos principales es la ausencia de motor en el mercado.
Ni semi sinténico ni mineral, simplemente no se consiguen. Quienes mueven sus contactos y logran hacerse de unos pocos litros deben cancelar por ellos altos precios.
Todo esto es consecuencia de que la producción de aceite de motor cayó en un 80 por ciento durante el segundo semestre de este año, debido a que el Gobierno no provee ningún tipo de básico, que es la materia prima para la fabricación de lubricantes.
El mercado nacional sigue esperando la producción de lubricantes que debería tener PDV y PDVSA VASSA, pero estas no los distribuyen desde finales del año pasado, según se conoció.
Los productores privados compran el aceite en las fronteras a dólar paralelo, lo que por supuesto hace que su precio se incremente en el país.
Más de cien mil bolívares debe cancelar el propietario de un vehículo, por un litro de aceite semi sintético, en el caso que lo consiga. Para un cambio de aceite se deben comprar cinco litros más el filtro y la mano de obra. Es decir que para hacerlo el interesado debe disponer de más de 700 mil bolívares, nada fácil en estos tiempos de crisis económica que se vive en Venezuela. Para colmo existe la amenaza de que los precios de este rubro se incrementen de nuevo.
De acuerdo al ministro de Petróleo y Minería para el 2014, Eulogio Del Pino, Venezuela consume un promedio mensual de 26 millones de litros de aceite de motor.