La alta comisionada adjunta de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Kelly Clements, reconoció este martes que el movimiento de refugiados venezolanos es preocupante y que, por ello, están analizando la situación para buscar la mejor solución.
«Es muy preocupante» esta coyuntura en el país y en la región, sostuvo, pues en su visita a México la pasada semana comprobó que había un gran aumento de personas venezolanas solicitando asilo, debido, fundamentalmente, a la crisis que vive ese país.
Clements manifestó en una rueda de prensa en la capital de Guatemala que desde ACNUR están analizando la situación para proveer protección a estas personas y para ayudar a los Gobiernos de la región, incluidos los de América Central, pues es hacia esta área a donde se dirige ese flujo.
Según datos de ACNUR, unos 133 mil venezolanos han solicitado refugio en otros países entre 2014 y 2017 huyendo de la crisis económica, política y social de su país, pero a ellos se agregan otros 363 mil que se han acogido a otras alternativas legales, que son ofrecidas especialmente por países latinoamericanos.
En ese caso, se trata de iniciativas adoptadas por Gobiernos, entre los que está el brasileño, que han decidido acoger a los inmigrantes venezolanos y facilitar tanto su documentación como su acceso a los servicios de atención públicos y al mercado de trabajo.