Los ataques del grupo armado denominado Fuerzas Democráticas Aliadas (FDA) han acabado con la vida de 200 personas, herido a decenas y provocado alrededor de 40 mil desplazados desde enero en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC).
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) denunció esos asesinatos y dijo que en menos de tres meses, los mercenarios han asaltado 25 pueblos, quemando casas y secuestrado a más de 70 personas en las provincias de Kivu del Norte y en pueblos cercanos de la provincia de Ituri.
El grupo armado acusa a las comunidades de compartir información con las autoridades congolesas sobre su localización o simplemente buscan comida u otros productos, indicó en una rueda de prensa el portavoz de Acnur, Babar Baloch.
El organismo advirtió del aumento de estos ataques por parte de la FDA que acabaron con la vida de 465 congoleses en 2020.
«El 2 de marzo pasado, miembros de ADF entraron en un mercado y dispararon a la población matando a 8 personas», relató el portavoz como un ejemplo de la manera en la que opera el grupo armado.
Desplazados: la mayoría, mujeres y niños
La mayoría de personas desplazadas son mujeres y niños ya que los hombres se quedan atrás para proteger sus propiedades, exponiéndose a sufrir más ataques.
Antes del desplazamiento masivo de los últimos meses, una cantidad estimada de 100 mil personas ya necesitaban refugio en la ciudad de Beni, en el noreste de la RDC.
Acnur solicitó urgentemente 2 millones de dólares para asistir a estas personas, que se encuentran en una situación dramática, sin refugio ni acceso a productos de higiene básicos en el contexto de la COVID-19 y del actual brote de ébola.
Con la financiación actual, Acnur solo podría asistir a 4 mil 400 familias, en comparación con las 43 mil que ayudó en 2020.
En total, el organismo de ayuda pide 33 millones de dólares para la respuesta humanitaria en todo el noreste de la RDC, pero hasta ahora solo ha recibido el 5,5 % de esa cantidad. EFE
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