El director de Súmate, Francisco Castro, señaló que por la premura de hacer unos comicios en tiempos mínimos se comprometen pasos del cronograma que son necesarios para garantizar a los ciudadanos una elección democrática, que cumpla con los principios de transparencia y equidad.
Habitualmente, un cronograma tiene 113 actividades que se desarrollan en 163 días, que incluyen procedimientos técnicos y administrativos, auditorías, entre otros aspectos, señaló Aníbal Sánchez, experto en procesos de elecciones. “En las últimas votaciones se redujeron al menos 100 actividades del cronograma. Realizarlas lleva por lo menos tres o cuatro meses”, manifestó.
Señalaron que, al reducirse el tiempo, el CNE pudiera omitir pasos cruciales establecidos en la normativa electoral y previstos en los estándares internacionales del sufragio.
“Según la Ley orgánica de procesos electorales el sorteo es obligatorio, si no lo hacen volverían a violar la Constitución y su propia ley. Aunque ya con el solo hecho de que la convocatoria sea dictaminada por la ANC, quitándole esa potestad al CNE, se viola el artículo 42 de la Lopre”, dijo Sánchez.
Advirtió que, con el recorte de los plazos se corre el riesgo de que se utilice el mismo padrón electoral de 2015. Esto cercenaría el derecho a la participación, establecido en el artículo 67 de la Constitución.