Los reos ejecutados este martes (Yasutaka Fujishiro, de 65 años, Tomoaki Takanezawa, de 54, y Mitsunori Onogawa, de 44) son los primeros en ser ajusticiados desde la llegada al poder el pasado mes de octubre de Fumio Kishida, primer ministro de Japón.
Japón es junto con Estados Unidos el único país industrializado y democrático que mantiene la pena capital, y su reticencia a renunciar a esta práctica ha sido duramente criticada por organizaciones como Amnistía Internacional (AI).