En un lugar del africano archipiélago de Cabo Verde, en una de sus diez islas esparcidas en el océano Atlántico, en la más remota y turística de todas, donde abundan hoteles a orillas de kilométricas playas, Alex Nain Saab Morán, buscado por la justicia de varios países, reclamado por el gobierno de Venezuela, se encuentra cómodamente confinado en un resort.
Atrás quedaron las rejas y el «hacinamiento inicial» que, desde junio de 2020, denunció por todos los medios posibles este empresario colombiano que aterrizó en avión privado en el aeropuerto internacional Amílcar Cabral de la isla de Sal, proveniente de Maiquetía.
Debía recargar combustible en esa tradicional escala trasatlántica y continuar rumbo a Teherán, la capital iraní, pero a las 9:30 de la noche quedó detenido por agentes de Interpol. La única imagen que hay desde su captura corresponde al 14 de junio, dos días después de la detención. Es esa donde se le ve en jeans, franela negra, esposado y escoltado por dos policías, en dirección hacia el modesto Tribunal de la Comarca de Sal, muy cerca del aeropuerto.
Seis meses “hacinado” en Terra Boa
Señala el portal de investigación Armando.Info que, para infortunio de Alex Saab, el edificio está a tan solo metros de la sede de la Radio Televisión de Cabo Verde, lo que facilitó el trabajo a un camarógrafo para grabar la imagen que rápidamente se viralizó como el símbolo oficial de la caída del contratista de Nicolás Maduro.
En la cárcel de Terra Boa, llamada Cadeia Regional Do Sal, al norte de la isla y en medio de kilómetros de aridez, Alex Saab pasó unos seis meses. Desde allí se quejó de supuestos malos tratos, comida escasa, hacinamiento, robo de objetos y documentación, escaso acceso a us defensores…
Pero a finales de enero pasado sus abogados lograron una victoria legal, acaso la única que han obtenido: la medida de prisión domiciliaria para el reo.
Un confinamiento de lujo
El destino escogido: el complejo de Vila Verde, al suroeste de la isla y muy cerca de Santa María, la parte más turística de Sal. Se trata de un resort que cuenta con apartamentos, villas y townhouses, una pequeña zona comercial y caminerías en las que visitantes y turistas pueden pasear desprevenidos.
Colinda con hoteles cinco estrellas como el Meliá Tortuga Beach, justo antes de la extensa playa de Ponte Preta, cuya brisa marina debe sentirse en la estancia de Alex Saab.
Mientras su suerte se juega en un tosco edificio de oficinas color naranja, sede del Tribunal Constitucional de Praia, en la isla de Santiago, el empresario colombiano pasa las horas en un lujoso townhouse en la isla de Sal, meca del turismo del archipiélago, que cumple el papel de hogar para la medida de prisión domiciliaria concedida al contratista de Maduro.
Con información de Armando.Info.
