El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, confía en que un Gobierno democrático en Venezuela frene la salida del organismo iniciada por el presidente Nicolás Maduro, que no será efectiva hasta abril de 2019.
"Venezuela tiene dos años, en condiciones normales (las elecciones presidenciales deberían celebrarse en 2018) esta decisión correspondería a un Gobierno futuro y democrático", dijo hoy Almagro en entrevista con Efe en Washington.
"Si esos pasos se dan de tal forma que (Venezuela) llega a tener un Gobierno democrático estamos seguros de que ese Gobierno democrático no va a tener la menor intención de salirse de la OEA", agregó Almagro, que considera que el país vive ahora en "dictadura".
Venezuela se convirtió el 28 de abril en el primer país en solicitar la salida de la OEA, después de que 19 Estados miembros convocaran una reunión de cancilleres sobre su crisis pese al rechazo del chavismo a cualquier mediación del organismo.
"La intención de salir de la OEA obedece a la necesidad de implementación de determinadas variables autoritarias dictatoriales dentro del país y eso es el esquema que definitivamente ha perjudicado las discusiones de Venezuela en la OEA", señaló Almagro.
El Gobierno de Venezuela dio la sorpresa este miércoles al acreditarse para la reunión de cancilleres sobre su crisis, después de haber dejado de participar en la OEA desde que presentó la petición de salida.
En esa sesión su representante nunca llegó a ocupar la silla, quizás porque solo hubo discursos y no votación de propuestas, pero a su término la canciller, Delcy Rodríguez, anunció por televisión que, contra todo pronóstico, acudirá a la Asamblea General, que se celebrará en Cancún (México) entre el 19 y el 21 de junio.
"Es muy raro que alguien necesite ir para ratificar que se va, nos quedó claro, lo pusieron por escrito, pero es bueno que retornen a las discusiones dentro de la organización", apuntó hoy Almagro.
La canciller dijo que en la reunión defenderá a Venezuela y ratificará el retiro de la OEA por las "pretensiones intervencionistas" tanto de Almagro como del grupo de 14 países que promueven la mediación del organismo en la crisis, entre ellos EE.UU., México, Perú, Canadá, Panamá, Argentina, Brasil y Colombia.
Almagro, que hace un año estaba casi solo en la OEA en sus denuncias sobre Maduro, reconoce que ha jugado "un papel en impulsar esta agenda".
Por eso defiende que la cita de cancilleres fue importante pese a saldarse sin acuerdo, ya que por primera vez los ministros de Exteriores americanos se pronunciaron reunidos sobre Venezuela.
La sesión se suspendió tras cinco horas al no haber consenso sobre los dos proyectos de resolución presentados, uno impulsado por los países del Caribe y otro por el grupo de 14 países, por lo que se dieron hasta la Asamblea de Cancún para llegar a un acuerdo.
"Espero que se pueda cumplir que sea antes de la Asamblea, pero el tema también de alguna manera puede llegar y tener como epicentro la propia Asamblea", indicó Almagro.
La propuesta de los 14 países, que comparte Almagro, incluye que Maduro cancele la Constituyente, libere a los políticos presos, convoque elecciones con observación internacional, garantice la separación de poderes, respete el poder de la Asamblea Nacional (de mayoría opositora) y abra un canal humanitario.
Almagro no quiere decir a los países lo que deben incluir en su texto, pero considera que "nadie salió a la calle a pedir una Constituyente", por lo que la medida "es parte de la crisis y no solución de la crisis".
Maduro convocó el 1 de mayo a la Constituyente, como una salida a la crisis que vive el país desde hace dos meses con protestas convocadas tanto por el chavismo como por la oposición, varias de las cuales han desembocado en actos de violencia que han causado ya 62 muertos.
El presidente boliviano, Evo Morales, acusó este jueves a Almagro de querer "eliminar políticamente" a los "Gobiernos antiimperialistas" con "una política de Plan Cóndor", la estrategia de varias dictaduras militares del Cono Sur para eliminar a los dirigentes de la izquierda entre 1970 y 1980.
"Tengo un anti Plan Cóndor, mi anti Plan Cóndor incluye el restablecimiento de las instituciones democráticas en Venezuela, el Plan Cóndor era un instrumento de una dictadura, mi plan incluye la liberación de los presos políticos, el Plan Cóndor tenía presos políticos", defendió hoy el excanciller uruguayo.