La ONU condenó este domingo la violenta represión en Birmania y urgió al régimen militar a dejar de usar la fuerza contra manifestantes pacíficos.
"Condenamos con fuerza la escalada de violencia contra manifestantes en Birmania e instamos a los militares a cesar de inmediato de usar la fuerza contra manifestantes pacíficos" afirmó Ravina Shamdasani, portavoz de la oficina de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, en un comunicado.
De hecho, al menos ocho manifestantes murieron y varios resultaron heridos este domingo en Birmania a manos de las fuerzas de seguridad que dispersaron violentamente varias concentraciones, en el día más sangriento de las protestas contra el golpe de Estado militar del pasado 1 de febrero.
Oleada de protestas
El país es escenario de una oleada de manifestaciones prodemocracia y de una campaña de desobediencia civil desde el golpe de Estado militar que derrocó al gobierno civil dirigido por Aung San Suu Kyi.
"El pueblo de Birmania tiene el derecho de reunirse pacíficamente y pedir la restauración de la democracia" asegura asimismo el comunicado de la oficina de la Alta Comisionada.
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