Calle Colombia desde San Blas / Serie: Valencia pinhole / Luis Cabrera, 2021 / Fotografía estenopeica

Por: Luis Cabrera / @salteveneno

Colocar a Valencia en el mapa mundial de la fotografía es siempre un orgullo, en especial cuando se refiere a propuestas estéticas con técnicas y procedimientos nobles, porque se traduce en una oportunidad de ver la ciudad con otros ojos.

La fotografía estenopeica (“Pinhole” en inglés) tuvo una cita global el pasado 25 de abril, fecha en que se celebró el día mundial de esta hermosa técnica que funciona bajo los principios de la cámara oscura, sin el uso de lentes y cuyo resultado son imágenes fotográficas de una estética muy particular.

A convocatoria respondieron los fotógrafos Doris Días Cabrices (@cabricesdoris), Mario Narváez (@marionarvaezcaldera), Saúl Zerpa (@saulzerpa), Carmen Rodríguez (@carmenvic_rodriguez), José Arana (@vlexanders), y Verónica Mejías (veronicam_photo), acompañados del profesor de fotografía, Rafael Delgado (@rafael_gerardo_d); la periodista Daniela Chirinos (@danielachiri0s) y quien suscribe estas líneas, Luis Cabrera (@salteveneno).

Fue un recorrido breve y enriquecedor. La ruta incluyó el casco central de Valencia y la parroquia San Blas. Este grupo se valió de cámaras elaboradas con diversos materiales como madera, plástico y metal. Tampoco se escatimó en cuanto a los soportes: Película, papel fotográfico y digital. La experiencia, aunque individual, sirvió para que estos autores, de generaciones distintas, compartieran la pasión por la fotografía y un sentido de pertenencia por Valencia.

Lo curioso y romántico de esta excursión es que hubo varias “primeras veces”: La primera vez uno de ellos hizo “Pinhole”; la primera vez que alguno usó un soporte distinto al habitual; la primera vez que manejaban una cámara en particular. Como niños que juegan felices al aire libre, la atmósfera de explorar y las expectativas siempre estuvieron latentes.

Ver a la ciudad a través del “Pinhole” es descubrirla desde una estética no convencional, en la que las personas desaparecen del encuadre como consecuencia de las largas exposiciones, proporcionando una sensación de soledad en la escena urbana que antes de la pandemia era ajena, impensable, pero desde hace más de un año se impone ante la cotidianidad.

La paciencia y el tiempo, como otras técnicas analógicas, son claves en la práctica del “Pinhole”.También hay que estar abiertos a que los encuadres no son exactos sino una aproximación de lo que se quiere lograr, lo que obliga al fotógrafo a confiar en su capacidad de ubicación de la cámara frente a la escena a registrar.

Y, aún cuando la expectativa hace de cada toma una gran apuesta, no es un hecho lúdico, hay un compromiso consigo mismo de que la toma sea efectiva, de hacer el mejor uso del material disponible.

Además, tener un número limitado de fotografías a realizar (determinado por el total de encuadres de cada rollo o de placas con papel fotográfico) obliga a replantear el modo en que se aborda la fotografía urbana. Cada encuadre cuenta.

Compartir materiales y cámaras, experimentar frente a escenas en común, intercambiando experiencias y perspectivas, haciendo del recorrido una tertulia nutritiva que se extendió hasta el proceso de revelado.

Esta es la sinergia que demanda Valencia de sus ciudadanos, donde cada quien debe aportar su mejor esfuerzo en su área de acción, de conocimiento, la misma sinergia que debe estar presente en cualquier manifestación cívica, artística, cultural.

Si un grupo de fotógrafos de distintos géneros, intereses, perspectivas, objetivos, estratos, logran ponerse de acuerdo para sacar adelante un proyecto en beneficio de la imagen de la ciudad, solo por ponerla en el mapa, es mucho lo que pudiesen hacer otras disciplinas con mayor injerencia en el desenvolvimiento y desarrollo de la ciudad si tan solo dejaran las diferencias a un lado.

Sin patrocinios, sin apoyos, solo el interés de sacar adelante una iniciativa. Son diversas las lecciones aprendidas en una sola salida: Técnica, civismo, humanidad. Todo es cuestión de unir voluntades.

Parafraseando a Susan Sontag: “fotografiar es conferir importancia”, y realmente nos une la necesidad de repensar a Valencia.

Desde Valencia le enviamos un fraternal saludo a Julio Blones (@blonespinhole) y a Rómulo Peña (@rompefoto) que desde otras ciudades también celebraron el día mundial de la fotografía estenopeica.




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