Por: Luis Cabrera / @salteveneno
San Juan Bautista baila también en Naguanagua. Dos fines de semana previos a la celebración del onomástico, este municipio carabobeño recibe a distintas cofradías para dar lugar al Encuentro Internacional de San Juanes. Entre tambores, comparsas, cantos de sirena, flores y el altar instalado en plena calle, la fe se hizo manifiesta.
Desde 1998 ha sido una fiesta que evoca el arraigo y devoción al santo que “to’ lo tiene y to’ lo da”. Este año, la celebración se realizó el pasado sábado 12 de junio. Las cofradías sanjuaneras que participaron en esta edición fueron Miel, canela y cacao; Tambores siembra; Son de mi canto; Tradición Girardot; Tambores de San Juan de Brisas de Tarapío, la gran anfitriona.
Este es también un tributo a nuestras raíces caribeñas, una fiesta que aviva esa herencia afrodescendiente. Y antes de hablarles del importante rol de la fotografía en este tipo de expresiones culturales, me permito contarles un poco más de este día. El golpe de los tambores fue matizando las calles mientras cada cofradía bailaba a su San Juan.
Al llegar a la Casa de la Cultura de Naguanagua, cada santo fue recibido por la cofradía San Juan de Brisas de Tarapío, invitándolos al altar para luego iniciar los cantos de sirena, cargados de peticiones y agradecimientos. Este el momento más emotivo de la ceremonia por esos testimonios que se convierten en armoniosos versos.
¿Cuál es el rol de la fotografía en este caso? Como herramienta comunicacional y antropológica, permite generar un registro en el que subrayamos con cada encuadre elementos propios de la identidad, que conectan a quienes participan en la celebración, practican la fe y devoción a este santo.
Tan relevante es este registro que, no solo sirve de testimonio para generaciones futuras sino que, gracias a las redes sociales, permite conectar a los devotos que se encuentran fuera del país con sus tradiciones casi de manera presencial, porque ver los tambores les hace escuchar los repiques de los cueros. Ver a su San Juan acompañado, les hace renovar su devoción.
Continuando con el Encuentro Internacional de San Juanes, para cerrar, cada cofradía obsequió al santo y al público una presentación de tambores al son del golpe de la región que representa, complementados por las comparsas que, con picardía mueven sus caderas, bajo el sol, con mucho colorido, y el sabor de la piel canela.
Este es el tipo de detalles que el fotógrafo debe estar consciente al cubrir pautas tan íntimas. Es una hermosa responsabilidad que, como comunicador, conlleva a crear imágenes que hagan sentir presente al ausente, y que sean válidos documentos para la posteridad, archivo de nuestro amplio acervo cultural.
En septiembre próximo, el culto y devoción de San Juan Bautista será inscrito en la lista representativa de la UNESCO como Patrimonio Inmaterial para la Humanidad. Son estas tradiciones populares, las que marcan la pauta en mostrar la diversidad y riqueza de la devoción, brindan una manera de formar ciudadanos a través del compromiso familiar y comunitario, a la vez de estar conectados con las raíces culturales del caribe.
