Por: Luis Cabrera / @salteveneno
El pasado 15 de agosto se celebró el día de Nuestra Señora de Begoña, patrona de Naguanagua. Esta advocación mariana es oriunda de Bilbao, España. Fue el presbítero Juan Esteban Rodríguez de Lamas, quien al enterarse de la creación de la parroquia eclesiástica de Naguanagua, propone como patrona a Nuestra Señora de Begoña, y dona la imagen de Begoña que él veneraba en su hacienda, institucionalizando sus fiestas desde marzo de 1783.
En el año 2019, la devoción a Nuestra Señora de Begoña recibió la certificación como Bien de Interés Cultural de la Nación, por parte del Ministerio del Poder Popular para la Cultura.
Tuve la oportunidad de participar en el registro fotográfico del inventario de accesorios de la Virgen de Begoña, desde vestidos, mantos, rosarios, etc., pero los que más me llamaron la atención fueron los “milagritos”, unos pequeños dijes que han sido colocados – muchas veces de manera anónima – por creyentes que se han sentido favorecidos por Begoña con un milagro.
Las imágenes de los milagritos encierran testimonios de fe, cada uno representa una historia latente desconocida por el espectador, pero con un gran significado para aquellos involucrados con el favor concedido.
Para el fotógrafo Albarrán Cabrera, “la imagen es una información extra que de alguna forma modificará nuestro pensamiento, pero al final o que tiene más peso a la hora de generar recuerdos sale de nosotros mismos; por eso la interpretación de una misma imagen es diferente para cada persona dependiendo de sus experiencias, cultura, creencias, etc.”
Este tipo de fotografía de registro no es capaz de hacer justicia ante la importancia y connotación que posee cada uno de estos objetos llenos de agradecimiento y fe, que seguramente representan meses de oraciones, promesas, temor. Solo aquellos creyentes, o involucrados en estos milagros, podrán darle una lectura más acorde al significante de cada una de estas joyas, depositarios de una devoción que es parte de la identidad de Naguanagua.
Por todos los que han conseguido donde volcar su fe y sentir alivio, gracias Begoña.