Unholy heart #001 disponible en DoinGud - Luis Cabrera

Por: Luis Cabrera / @salteveneno

Sina Estavi es un empresario de origen iraní que se ha especializado en en entorno cripto y que tuvo protagonismo con la compra del NFT del primer tweet de Jack Dorsey (co-fundador de Twitter) por 2,9 millones de dólares en marzo del 2021.

Recientemente anunció que lo vendería por un monto de 48,8 millones de dólares y que donaría el 50% a obras de caridad. Pero no salió como lo esperaba, recibió solo siete ofertas que oscilaban entre los 0,0019 ETH ($6) y los 0,09 ETH ($277). La venta no fue realizada.

Esta situación generó todo tipo de especulaciones respecto al mercado de los NFT, y su vulnerabilidad. Sin duda es un mercado muy volátil y de alto riesgo. Pero debemos analizar también el escenario. Estavi pretendía vender ese activo digital a un precio que equivalía a 16 veces el precio en que lo adquirió. Además, tampoco aplicó las premisas básicas del mundo de las subastas, invitando e incentivando a su audiencia objetivo para una transacción de esta magnitud, limitándose a la “magia de las redes sociales”.

¿Significa este hecho que ya se desinfló el mercado de NFT? ¿Podríamos interpretar que los NFT ya están cayendo víctimas de la ley de los rendimientos decrecientes? Quizás es muy pronto. Como en la teoría del caos, todas las variables afectan.

Posiblemente en medio de esta luna de miel con los NFT se está flotando en una burbuja, y esto afectará a quienes lo hayan visto solo como una oportunidad especulativa. Pero para los creadores, las oportunidades están solo comenzando.

Cada día hay más marketplaces, trabajando con distintas blockchains que abaratan los costos y permiten a creadores poner a disposición del público sus obras en un entorno que lucha por ser más seguro.

La fotografía está ganando espacio en este entorno criptográfico. Es cuestión de plantearse la necesidad de crear colecciones (bien sea series o ensayos) con un discurso, y adentrarse en una tecnología que pareciera posicionarse. Los NFT no son la panacea, son solo otro canal por el que podemos dar a conocer nuestro trabajo con la oportunidad de comercializarlo.

Pareciera que existen dos bandos: los detractores acérrimos, y los defensores románticos. Y ambos extremos son peligrosos. Porque ni nos podemos cerrar a la posibilidad de entender una tecnología pujante a nuestro alcance, como tampoco podemos ignorar los riesgos y limitaciones que aún buscan una eficiente solución en este entorno cripto.




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