Anaqueles vacíos y altos precios en los pocos productos en existencia, es el panorama que en los primeros días del año caracterizan el ambiente interno en la mayoría de los supermercados de la zona norte de Valencia.
En los establecimientos donde no se aprecian los anaqueles vacíos, es porque los llenan de un mismo producto, para dar la sensación de la abundancia que no existe. En algunos supermercados hay un pasillo completo, por ejemplo, repleto de toallines o de agua.
Las neveras de los supermercados se mantienen vacías desde el año pasado.
La gente sale a la calle en vano, a tratar de conseguir productos alimenticios baratos, pero todos están carísimos. En los comercios las conversaciones entre los clientes versan sobre este mismo tema. Todo el mundo coincide en que el dinero no alcanza para nada.
Emilio Fernández, un docente universitario jubilado, con pensión de vejez y aún trabajando, asegura que su ingreso mensual, junto con el de su esposa, que está en las mismas condiciones, no suple las carencias alimenticias y de servicios de su hogar.
Comentó que ni que recibiera cuatro millones de bolívares mensual le alcanzaría, pues la canasta familiar supera los 13 millones.
“Esto no lo aguanta nadie, la situación del país está muy difícil, por eso es que la gente se va a otras naciones”, señaló.
Carmen Sarmiento señaló que sobrevive con lo que le manda su hijo que se fue hace dos años para Ecuador, de lo contrario no pudiera comprar nada, por los altos precios de los alimentos.
En la mayoría de los supermercados del norte hay margarina a 119 mil bolívares y jabón para lavar en 75 mil. Pocas personas los compran porque entre los dos casi alcanzan al nuevo salario mínimo, que no ha cobrado nadie.
Los paquetes de pasapalos ligeros como chees tris, pepitos y otros por el estilo, por lo general superan los 40 mil bolívares, lo cual es indicativo de que pocas personas pueden adquirirlos.
Las salsas de tomate en 84 mil bolívares y un litro de vinagre en 63 mil, son otros de los productos de fácil acceso para los trabajadores que ganen salario mínimo.
Para tratar de conseguir un producto un poco más barato, los clientes tienen que recorrer varios establecimientos comerciales, lo cual no resulta nada económico, si se toma en cuenta que debe pagar pasaje adicional.
