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El presidente de Argentina, Mauricio Macri, afrontará en los próximas horas uno de sus mayores desafíos de política exterior: sacar adelante una cumbre entre los “pesos pesados” del orden mundial ante la mirada poco entusiasta de sus compatriotas, más preocupados por la crisis económica doméstica.

La Presidencia argentina publicita en la televisión la importancia de acoger en su casa al G20, el grupo de gobernantes más influyentes del mundo, los ciudadanos de a pie no parecen tener grandes expectativas respecto a una cita que por un par de días pondrá al país en el centro del escaparate global.

Macri, que llegó a la Casa Rosada hace tres años y desde entonces ha pregonado una política internacional de inserción global y buenas relaciones, incluso con rivales históricos, como el Reino Unido, no se cansa de repetir que ser sede de la cumbre de líderes del G20 es una “oportunidad” para demostrar al mundo de lo que es capaz Argentina.

Al presidente argentino será el anfitrión de una reunión que congregará alrededor de una misma mesa a personalidades del calibre de Donald Trump, Xi Jinping o Vladimir Putin, con intereses contrapuestos y en momentos de tensiones cruzadas entre ellos por cuestiones tan diversas como la guerra comercial o la situación de Ucrania.

“La cumbre es una buena oportunidad para Argentina. Argentina necesita que esta cumbre termine bien, que estos gigantes pasen por aquí sin que nada los incomode y que, si se puede, den una mano al país en esta difícil situación de la agenda local”, dijo el analista político Jorge Arias, de la consultora Polilat.

Llegan los líderes

Los mandatarios de Canadá, Corea del Sur, Turquía, Ruanda, India, Italia y los altos representantes de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional llegaron a Buenos Aires para participar el viernes y sábado en la cumbre del G20, integrada por las 20 mayores economías desarrolladas y emergentes.

Tras el arribo el miércoles 28 de los primeros líderes, esta mañana el primero en pisar suelo argentino fue el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, que aterrizó junto a su delegación en el Aeroparque Jorge Newbery de la capital.

Seguidamente, en el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini aterrizaron el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, el de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y el director general de la Organización Mundial del Comercio, Roberto Azevedo.

También el primer ministro de India, Narendra Modi; el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, y su esposa, la cantante Kim Jung-sook; el mandatario de Ruanda, Paul Kagame; la directora gerente del FMI, Christine Lagarde y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y su mujer, Sophie Grégoire.

El último en arribar fue el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y Emine, la primera dama.

Mark Carney, presidente del Consejo de Estabilidad Financiera, y Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud, también está ya en Buenos Aires.

“Estamos por empezar esta maratón que va a durar casi 4 días. Recibiendo a los líderes más importantes del mundo, todos juntos a la misma vez y mismo lugar, algo que nunca pasó en nuestro país”, expresó el presidente argentino y anfitrión de la cita, Mauricio Macri, en un vídeo en las redes sociales.

Según Macri, espera que los invitados se lleven una buena impresión que les abra aún más el interés por participar en el proceso de crecimiento del país.

La cita agrupa cerca de 60 reuniones de ministros y funcionarios de todos los países han ido sentando durante un año las bases de los acuerdos finales que los mandatarios intentarán firmar estos días en la capital argentina.

La agenda

Entre los temas claves para tratar en la cita están el comercio, tema que el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump ha tratado de llevar con más fuerza en la agenda y es el asunto que más fricciones ha generado y en el que se teme haya más posibilidades de que no haya acuerdo.  Trump impuso aranceles a China y la Unión Europea y tienen posiciones muy distantes, pero se mantiene la esperanza de un acercamiento para reducir las tensiones comerciales.

Otro tema peliagudo es el cambio climático. Tras el éxito alcanzado en el Acuerdo de París en diciembre de 2015, Trump anunció la retirada del convenio en 2017. Los líderes aislaron al estadounidense y tratan de sostener lo alcanzado en París.

La igualdad de género, la fiscalidad digital, los emprendimientos para el crecimiento económico, la educación, la alimentación sostenible y la inversión en infraestructura son otros de los temas que se trataran en la cita.

 

 

Con información de El Estímulo




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