“Era un personaje completamente diferente a todos los que había hecho antes y me llevó a un lado completamente diferente de mí misma, que no conocía”, reconoció la actriz en una rueda de prensa, acompañada por Aronofsky, Javier Bardem y Michelle Pfeiffer.
En los ensayos previos al rodaje, que duraron tres meses, el director la ayudó a contactar con ella misma de una forma desconocida. “Es lo más difícil que he tenido que sacar de mí misma nunca”, agregó.
Sonriente y nerviosa -“desde que empiezo a hablar con un micrófono delante empiezo a aterrorizarme”, afirmó-, la actriz fue la protagonista de la presentación, en la que hasta mandó callar a Aronofsky cuando este la interrumpió en una respuesta.
Una actitud muy lejos de la sumisa que mantiene en “Mother!”, donde interpreta a la mujer de un famoso escritor (Bardem) en plena crisis y que busca en personas fuera del matrimonio la inspiración necesaria para realizar otra obra.
Solo cinco días tardó Aronofksy en escribir el guion frente a los diez años que le llevó poner en marcha otros proyectos como “Black Swan”. Una “experiencia extraña” que comenzó cuando empezó a pensar en lo que está pasando en el planeta y en el hecho de que nadie hace nada para remediarlo.
“Tenía mucha rabia e ira y quería volcarlo en algo emocional. Escribí el primer borrador en solo cinco días, se lo enseñé a Jennifer, que se mostró emocionada por la idea y, de repente, estábamos haciendo una película”, explicó el realizador.
Una película que se desarrolla en una enorme casa en medio del campo y que es el contenedor de todos los seres humanos que aparecen: policías, activistas medioambientales, fans, inmigrantes, explotadores y explotadas o predicadores.