Lago de Valencia (Foto archivo)

Es un hecho. Este martes 3 de noviembre la Asamblea Nacional (AN) hizo una declaratoria de emergencia ambiental y social en el sistema que conforma la cuenca del Lago de Valencia, ante el inminente peligro que representa su crecimiento descontrolado para las comunidades del oriente de Carabobo y el sur de Maracay, en Aragua, en aspectos vitales de seguridad, salud y calidad del agua.

Los diputados, además, exigieron al Ministerio Público y a la Defensoría del Pueblo determinar las responsabilidades civiles, administrativas y penales de los ministros con competencia en materia ambiental desde 2006, por desacatado de la sentencia emitida por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), en la que se ordenaba el desalojo y reubicación de las familias afectadas por el crecimiento del lago.

Durante la sesión ordinaria vía web, en la que se aprobó el proyecto de acuerdo de la declaratoria de emergencia, también se acordó constituir desde la AN y el gobierno encargado un equipo de trabajo multidisciplinario para plantear a organismos financieros internacionales el financiamiento para la ejecución de una solución consensuada de tratamiento y trasvase de las aguas del lago, procurando su aprovechamiento sostenible.

En la presentación del acuerdo el parlamentario Orlando Ávila, vicepresidente de la Comisión de Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático, resaltó la necesidad de que sean indemnizados de inmediato los habitantes de La Punta, Mata Redonda y 22 poblaciones más que han sufrido las inundaciones producto del desbordamiento del lago, que actualmente se encuentra seis metros por encima de la cota máxima de seguridad, establecida en 408 metros sobre el nivel del mar.

“Desde la Asamblea Nacional hacemos este debate para apoyar y solidarizarnos con estos residentes de las zonas ribereñas del Lago de Valencia, en virtud de que no hay manera de sacar esas aguas, porque esa es una cuenca endorreica, que no tiene conexión con el mar. Son puros afluentes que pueden desbordarse y arrasar con todas esas poblaciones que están al sur del lago”, alertó Ávila.

Un problema ambiental

El diputado Carlos Lozano, representante de Carabobo ante la AN, recordó que el Estado venezolano tiene la obligación de proteger el ambiente, la diversidad biológica, los procesos ecológicos, parques nacionales y demás áreas de especial interés como las de la cuenca del Lago de Valencia, que constituye el segundo cuerpo de agua dulce natural más grande de Venezuela, después del de Maracaibo, en el Zulia.

“El permanente aumento de su nivel de agua ha ocasionado afectaciones de áreas agrícolas. Además, carreteras como la autopista Flor Amarillo-Güigüe, prácticamente están perdidas en la desidia del régimen”, dijo Lozano. “Lo que debió ser una potencia del eje turístico con su isla y su cuerpo de agua, es hoy un pozo de agua putrefacta, porque se vierten aguas residuales sin tratar”.

Para el parlamentario carabobeño Ángel Álvarez el problema del Lago de Valencia es una bomba de tiempo que además de afectar a la población del sur de Maracay y el Eje Oriental de Carabobo, amenaza infraestructuras tan importantes como el Viaducto de la Cabrera. “Debemos evitar una tragedia.  Han sido años de denuncia por parte del Bloque Parlamentario de Carabobo y de Aragua, sin que se haya realizado absolutamente nada”.

Se trata de una situación que durante los últimos 20 años ha empeorado “porque el régimen se negó a atender, resolver y accionar políticas para la solución definitiva del problema. Lo que ha abundado son las mentiras y la mala planificación de no asumir con responsabilidad lo que está ocurriendo”, consideró la diputada carabobeña Deyalitza Aray.

Visión de los especialistas

Por su parte, el vicepresidente del Colegio de Ingenieros del estado Carabobo (CIEC), Nizar Richani, aprovechó el derecho de palabra que le fue otorgado para señalar que el lugar de disposición final de las aguas servidas de “la gran mayoría de las comunidades de Aragua y Carabobo” es el Lago de Valencia, que por ser una cuenca endorreica no tiene salida al mar, por lo que su comportamiento es como un gran tazón de agua que al llenarse, se rebosa.

“En este momento el lago está por encima de la cota máxima.  Eso significa un riesgo latente para las comunidades al sur de Maracay, separadas del lago por un muro que fue construido hace más de una década y que ha sido modificado en más de una oportunidad  para tratar de levantarlo”, dijo el ingeniero al alertar que el aumento de la fuerza hidrostática que choca contra la infraestructura podría hacerla colapsar eventualmente.

A juicio del especialista y vocero del CIEC, es imperativo el desarrollo de una solución para detener el incremento del nivel del lago. “Hemos hecho varias sugerencias de construir trasvases por medio de túneles de gravedad (…)  estamos planteando que transformemos el problema del Lago de Valencia como la solución al suministro de agua para el centro del país, que garantice el suministro del vital líquido para las próximas generaciones”.

El coordinador del Movimiento por la Calidad del Agua, Lucio Herrera Gubaira, quien también tuvo un derecho de palabra en la plenaria, agregó que la solución del problema de la calidad del agua en la región central del país pasa por el saneamiento de las cuencas hidrográficas del Río Pao y el Lago de Valencia.




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