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Con un tiro en la cabeza fue hallado el cadáver de Angelis Stefany Sarmiento Tejada (19), en la entrada del Instituto Universitario Jesús Obrero, de Mesuca, en Petare. El cuerpo estaba debajo del parachoque delantero de un carro.
Un vecino le avisó al padre de Angelis, pero cuando el señor llegó al lugar ya el cuerpo había sido levantado por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y llevado a la morgue.
Los familiares ignoran las causas del crimen. Ella vivía con su padre en el barrio El Carpintero, de Petare, y dejó una niña de dos años que está bajo la guarda y custodia del padre.
No descartan que haya sido una venganza, porque la joven peleó hace unos días con una mujer, que le rasguñó la cara. Ella acostumbraba a ir a Mesuca a conversar con una amiga peluquera, pero esta les dijo a los familiares que esa tarde cerró la peluquería antes de las 6 y no vio a Angelis.
En la morgue estaba Elisa Mier y dijo que su nieta Angelis era la mayor de dos hermanas, no trabajaba y estaba arreglando sus documentos para ingresar a la Marina.
La señora Mier ha perdido a dos familiares en un año. La primera fue su sobrina Stefany Sarmiento, de 20 años, asesinada dentro de su casa en el barrio La Cruz, en presencia de su hija de 4 años y de un varón de menos de un año.
Stefany era comerciante, vendía relojes a crédito y comercializaba productos de Mercal. Los homicidas tenían llave o eran conocidos, porque no causaron violencia para entrar, abusaron de ella, le fracturaron el cuello, la apuñalaron, le robaron el dinero producto de su trabajo y aún no han sido castigados.
La niña de 4 años pasó la noche al lado del cuerpo inerte de su madre y al amanecer llamó a los vecinos para que le abrieran la puerta. Ahora está en tratamiento psicológico.