El sargento primero Érick José Parra Inciarte, adscrito al Cuerpo de Bomberos en Maracaibo, fue asesinado por dos sicarios que le dieron 15 disparos en la cabeza cuando dormía.
La víctima de 32 años tenía pocos minutos de haber llegado a la casa de su mamá, en el sector 19 de Abril, en Maracaibo, cuando los delincuentes ingresaron a la vivienda y fueron directo a su habitación.
Según lo reseñado por el diario La Verdad, se presume que los sicarios le seguían los pasos a Parra y esperaron a que terminara su guardia en el Comando 3 del Cuerpo de Rescatista en el Hospital Universitario de Maracaibo, y que llegara a la residencia.
Los homicidas portaban gorras que les cubría medio rostro, revisaron cada rincón de la casa hasta lograr visualizar a su víctima. Lo acribillaron y huyeron en la misma motocicleta en la que llegaron.
Funcionarios del Cuerpo de Bomberos de Santa Rita intentaron prestar los primeros auxilios, pero ya no tenía signos vitales.
Érick era un buen hombre. No tenía problemas con nadie. Tenía por costumbre visitar a su mamá cuando estaba libre, dijo un familiar cercano.
La policía mantiene la venganza como el móvil del hecho.
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