El buhonero José Rafael Montilla Portilla, de 25 años, murió a consecuencia del disparo que recibió en el estómago cuando se encontraba en una fiesta en el sector Las Barras, de Propatria, parroquia Sucre, al oeste de Caracas.
Montilla vivía con su madre en el barrio San Andrés, de El Valle, era bachiller, vendía legumbres y era el mayor de dos hermanos.
Su madre Leticia Portilla es peluquera en el centro comercial El Valle, donde se reunió con su hijo en un local cercano el sábado en la noche.
Me fue a buscar a mi trabajo, estuvimos conversando, comimos pizza, el se tomó dos cervezas, nos despedimos a las 9:00 de la noche y me dijo que regresaba más tarde, detalló la madre.
A las 11 de la noche Montilla le envió un mensaje a su madre, pidiéndole que le transfiriera 70 mil bolívares pero ella le respondió que no sabía hacer la operación. Le dijo que estaba con unos amigos, que el dinero era para participar en una colecta en la celebración, se despidieron y ella no supo más de su hijo hasta las 7:30 de la mañana del domingo por una llamada de una doctora del hospital Periférico de Catia.
La médico me preguntó si yo era representante de José Rafael, me pidió que me trasladara inmediatamente al hospital y llegué en un taxi, explicó la señora.
Leticia vio a su hijo muy demacrado, había sido ingresado a las seis de la mañana por personas extrañas que lo dejaron y se marcharon. No lo habían socorrido porque no hay insumos en el hospital y solamente le habían colocado una gasa encima de la herida. La doctora le dijo que se lo llevara a otro hospital porque allí no lo podían atender, ella subió hasta Pérez Bonalde a buscar ayuda de los bomberos para trasladarlo, pero cuando llegó a las nueve de la mañana le dijeron que había muerto a las 8:45.
A José Rafael le habían robado su bolso, con celular y documentos.
