Por no haberse detenido en una alcabala de la Guardia Nacional Bolivariana fue asesinado con un disparo de fusil AK-47, el ingeniero mecánico Christopher Abraham Fonseca Petit, de 27 años, cuando regresaba de una fiesta con varios amigos y se dirigía a su vivienda ubicada en la urbanización Araguaney, en el kilómetro 16 de El Junquito.
Los hechos se registraron el sábado aproximadamente a las 6:00 a.m. Christopher formaba parte de una caravana de cuatro carros y el conducía su camioneta Chery modelo Tigo, color gris, acompañado por dos amigos. El que iba de copiloto resultó ileso y el que viajaba en el asiento trasero recibió un tiro en un glúteo que le salió por la pierna.
Christopher se graduó en el Instituto Universitario de Tecnología Industrial (IUTI) de San Bernardino, trabajaba por cuenta propia y dejó un bebé de 6 meses.
La noche anterior estuvo con sus amigos en La Quinta Bar de Las Mercedes, de allí salieron a comer en una arepera y al amanecer emprendieron el regreso a sus domicilios.
El uniformado de la alcabala fija de la GNB, en el kilómetro 4 de la carretera hacia El Junquito, le hizo señas a Christopher para que se detuviera y como no lo hizo se comunicó con sus colegas de la alcabala móvil instalada en el kilómetro 7, a quienes suministró las características del carro.
Allí lo hicieron parar, Christopher bajó el vidrio de su ventanilla, sostuvo un cruce de palabras con el uniformado, quien le exigía que se bajara, pero Christopher arrancó su carro para retirarse y cuando pasaba sobre el policía acostado recibió el disparo en el costado que le atravesó el abdomen, perforándole órganos vitales.
Sus amigos que venían en la caravana de carros lo auxiliaron aún en contra de la voluntad de los guardias, quienes lejos de prestarle socorro ordenaban que lo dejaran tirado en el piso.
Fue ingresado al hospital Miguel Pérez Carreño y colocado en el suelo porque no había camillas, hasta que acudió un familiar y consiguió una. Lo llevaron a pabellón y lo operaron.Funcionarios de la GNB custodiaban al paciente y su vehículo quedó retenido.
Los familiares tuvieron dificultades para recolectar sangre, porque consiguieron 30 donantes y no había bolsas en el banco de sangre. Por otras vías les ofrecieron cada bolsa de sangre en 18 millones de bolívares. Tampoco pudieron obtener algunas medicinas, como los antibióticos.
Christopher salió aparentemente bien de la intervención, aunque la bala no se la extrajeron. Inexplicablemente entró en un proceso de deterioro, se puso morado y falleció el domingo a las 11:00 p.m., supuestamente por una sepsia. No le habían colocado drenajes.
Aunque los guardias intentaron reportar el hecho como un enfrentamiento, sus versiones fueron desmontadas y están detenidos dos de los presuntos responsables. Fiscalía Militar y el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) intervienen en la investigación.
Christopher era el mayor de dos hermanos. Quería irse del país, pero con su familia. Ya había hecho un intento de viajar solo a Panamá y regresó.
