KeiverYonaiker Sánchez Suárez, panadero, de 23 años de edad, fue asesinado a tiros cuando intentó correr para escapar de los delincuentes que trataron de asaltarlo en el barrio El Nacional, de Los Teques, estado Miranda.
Sánchez trabajaba en una panadería de La California, donde fabrican pan árabe y todos los días salía de madrugada de su casa en Los Teques para poder llegar a tiempo a sus labores.
Su madre Jackelyn Suárez contó que el 12 de marzo Keiver fue ala vivienda de su abuelo a buscar unas herramientas de trabajo porque estaba limpiando un terreno que compró para construir su casa en el barrio La Línea, donde residía.
Eran aproximadamente las 10:30 de la mañana. Sus agresores le dieron tres tiros en la espalda. Unos vecinos lo llevaron al hospital Victorino Santaella, no había cirujano y lo refirieron al Pérez Carreño, donde fue operado. A Keiver le quedó alojada una bala en la cervical y estaba cuadrapléjico.El martes a las 4 de la tarde dejó de existir de un paro respiratorio.
-Mi hijo solamente estaba pendiente de su familia, de su trabajo. No merecía morir así. Hay demasiada inseguridad.
Ella no cree en la justicia y cuestiona también las denominadas OLP porque “matan a la gente sin razón”. Por eso deja todo en manos de Dios. Keiver era el mayor de sus seis hijos y también la ayudaba a ella con sus gastos.
Un electricista
El trabajador de Corpoelec, Leonardo González (50), murió al sufrir fractura de cráneo como producto de la caída de un poste de luz que estaba reparando en la urbanización Nueva Casarapa, de Guarenas, estado Miranda.
El poste se fracturó desde su base porque estaba carcomido y el trabajador sufrió severas lesiones por no portar el casco reglamentario que exigen las normas de seguridad industrial.