(Foto cortesía)

 

Un disparo en la nuca le dieron a Efraín Mota Mota, adolescente de 16 años, por haberse trasladado a un sector de la urbanización socialista de Ciudad Tiuna, donde los vecinos de su comunidad no eran bienvenidos. Lo despojaron de sus pertenencias y lo lanzaron por un barranco.

Mota vivía con su madre de crianza en la Torre 20 del referido urbanismo y el sábado en la noche fue a visitar a un amigo en la Torre 34, donde había “una lírica” (como denominan la reunión de raperos).

Joelys Mota, tía de Efraín, dijo que a ellos los llamaron a las 11 de la noche para avisarles que al adolescente lo habían encontrado muerto, en un barranco.

Según la versión que les dieron, un sujeto confrontó a Efraín, el muchacho estaba dispuesto a defenderse, quiso pelear pero le salieron al paso tres hombres más y uno le disparó. El cadáver también presentó escoriaciones en el rostro y en el pecho producto del deslizamiento al caer por el barranco.

Efraín trabajaba en una charcutería en Coche y en sus ratos libres vendía cigarrillos. Sus victimarios le robaron el reloj, el celular y el koala con la mercancía y el dinero.
Lo mataron por haber ido a una zona prohibida para los que viven en la Torre 20, dijo la tía.

El autor del crimen es conocido como “firi” y está en fuga. Los vecinos de Ciudad Tiuna dicen que ha cometido varios asesinatos, lo capturan y vuelve a la calle porque tiene contactos en la policía.

NIEGAN ENFRENTAMIENTO
Familiares de Bryan Alexander Torres Cedeño (22) negaron que este se hubiera enfrentado con un policía de civil en la calle Las Margaritas, de La Vega. Dicen que fue ajusticiado cuando llegaba a su vivienda en el callejón El Rosario y le sembraron un arma para simular un intercambio de disparos.

Torres tenía mes y medio trabajando como vigilante junto con su padre en el centro comercial Macaracuay. El jueves le dieron permiso para que fuera al banco a abrir una cuenta y regresó a su vivienda a las 3 de la tarde.

Como no tenía llaves, iba a llamar a alguien de la casa para que se las lanzara desde el balcón, y en ese instante apareció el policía vestido de civil que le disparó por la espalda.

El funcionario llamó por teléfono, llegaron sus compañeros de la PNB en una patrulla, arrastraron a Bryan por las escaleras y lo montaron en la unidad para trasladarlo al hospital Pérez Carreño.

Es injusto que maten a una persona a sangre fría, era un muchacho sano, estamos mal, comentó el familiar.

Un vecino dijo que el policía tenía varios días merodeando por el barrio, preguntando por alguien que tenía tatuaje, pero Bryan no se tatuó nunca. Por eso creen que cuando se retiraron un policía le dijo al conductor de la patrulla “dale, dale, que este no era”.




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