El vigilante privado, Leobar Enrique Méndez Muñoz, de 59 años, murió como consecuencia de los disparos que le propinaron al resistirse al robo en una unidad de transporte público en el terminal de pasajeros Rio Tuy, ubicado en el centro de Caracas, debajo de las torres de El Silencio.
Méndez vivía en San José del Ávila, bajó a las 5:00 de la madrugada para trasladarse a su sitio de trabajo en La Trinidad, durante el asalto le dispararon en el abdomen y le dieron una cuchillada en la muñeca derecha.
El conductor de la unidad lo trasladó al Hospital Universitario, pero no había los recursos para tratarlo y lo llevaron al CDI (Centro de Diagnóstico Integral) de Chuao, donde tampoco había condiciones para atender la emergencia. Desde allí contactaron a la hija del vigilante, Migdalis Méndez, quien labora en el hospital Miguel Pérez Carreño, y ella logró conseguir una ambulancia para llevarlo al referido centro de salud, donde quedó recluido.
Méndez Muñoz fue operado varias veces y permaneció 17 días en terapia intensiva, hasta el domingo 15 de abril cuando murió de un paro respiratorio a las 2:15 de la madrugada.
En los últimos días el paciente se había complicado al contaminarse con una bacteria, que le provocó un shock séptico.
