El danés Rasmus Hojlund volvió a ser determinante para el Atalanta, esta vez con una jugada personal que cerró con un pase de gol a un Jeremi Boga que dio la tranquilidad a su equipo ante el Cremonese (1-3) y que sirvió para ceder toda la presión al Roma, obligado a ganar para volver a los puestos de Liga Europa.
Sorprendió el técnico italiano del Atalanta, Gian Piero Gasperini, con la suplencia de su jugador más en forma, un Rasmus Hojlund que además llegaba con cinco goles a su espalda en el parón de selecciones, dando la titularidad a la dupla colombiana formada por Luis Muriel y Duvan Zapata.
Se adelantó con un tanto la 'Dea' en la primera mitad, aprovechando un nuevo error defensivo de un Cremonese que sigue compitiendo bien pero que es incapaz de mantener la puerta a cero.
Con el tanto del neerlandés Marten De Roon se relajó el conjunto bergamasco y el Cremonese fue creciendo paulatinamente hasta que, nada más comenzar el segundo acto, el conjunto local forzó un penalti que transformó el italiano Daniel Ciofani para poner el empate y hacer saltar las alarmas en el Atalanta.
No tardó Gasperini en mover el banquillo y quitó a Muriel y Zapata para dar entrada al marfileño Boga y Hojlund, que respondieron con creces. Especialmente el danés, que en una jugada aislada, con una arrancada desde una banda, dejó atrás a su par, exhibiendo su superioridad física, para servir en bandeja de plata el gol a un Boga que solo tuvo que empujar el balón.
En los últimos cuatro partidos, Hojlund ha participado en ocho goles. Ha marcado seis (cinco con Dinamarca y uno con el Atalanta) y ha dado dos asistencias (una con Dinamarca y otra con el Atalanta), certificando su gran estado de forma.
Dominó con facilidad la 'Dea' los minutos finales del choque y amarró tres puntos que le alzan a la quinta posición de la tabla, de Liga Europa, cediendo toda la presión a un Roma que necesita ganar al Sampdoria para recuperar la plaza.
Sentenció el enfrentamiento el nigeriano Ademola Lookman, finalizando una contra en el tiempo añadido, con el conjunto de Cremona volcado en ataque buscando desesperadamente un empate.
Y es que, como es habitual, el Cremonese dejó de nuevo buenas sensaciones de competitividad, pero también mantuvo su debilidad defensiva, algo que le impide abandonar su condición de colista, complicándose cada vez más sus ya remotas posibilidades de mantener la categoría.