Exhausta. Así se encuentra Rosi Contreras luego de recorrer siete farmacias sin éxito. Los medicamentos que necesita simplemente están desaparecidos de los anaqueles. Busca antibióticos y pastillas para calmar el dolor.
A las 8:00 de la mañana comenzó su recorrido. Sabría qué sucedería de esta forma. A sus oídos llegaron comentarios de la escasez de medicamentos, pero hasta el momento no lo había padecido por sí misma.
Un familiar de Contreras está hospitalizado, todos los tíos salieron en busca de las medicinas. Se comunican por teléfono y se dividieron por zonas en Carabobo. Aún con toda esta organización, ninguna ha realizado la llamada milagrosa informando que consiguió los medicamentos.
Ya era el mediodía, Rosi Contreras se baja de la camioneta angustiada y sudando por el sol. Es la séptima farmacia que visita. Se acerca a la chica que atiende y pregunta por los medicamentos que necesita. La respuesta era obvia, recibió un rotundo “no hay”.
La decepción fue latente en sus palabras, “algo tan básico como la salud y tenemos que padecer no conseguir las medicinas”. Sin duda, Rosi Contreras y el resto de su familia seguirán la búsqueda del medicamento durante el resto del día.
Yanina Flores, farmacéutica, detalló que las medicinas más escasas son: hipertensivos, dérmicos, protectores gástricos, los de la diabetes, antibióticos y psicotrópicos. En la farmacia donde trabaja Flores el inventario de psicotrópicos no llega desde diciembre.
Recibieron mercancía de antibióticos e hipertensivos a mediados de enero, pero no duró ni una semana.
La cifras de la escasez de medicinas son alarmantes. Según el Colegio de Farmacéuticos de Carabobo, alcanza el 80 por ciento. Esto se evidencia en los recorridos que deben realizar los clientes para conseguir con suerte algunos de los medicamentos.
En otra farmacia, Yelipsa Guzmán detalló que sus anaqueles están vacíos. Luchan contra precios costosos y escasez. Sus distribuidores le ofrecen combos cuando tienen algún medicamento de los más buscados.
Lo hacen porque es la única forma que consiguen las droguerías para salir de aquellos medicamentos que no son tan demandados por la población y que además tienen precios elevados, expresó Guzmán.
La desaparición de las medicinas, o la poca mercancía que le llega para la cantidad de personas que los necesitan tienen a la farmacia en cifras rojas. “No contamos ni con jeringas” relató.
La salud es un derecho fundamental de todos los ciudadanos de un país, situación que en Venezuela se encuentra peligrando con el aumento de la escasez de medicamentos.
