La disminución de la audición o hipoacusia puede ocurrir de manera natural asociada a la edad, u obedecer a enfermedades genéticas, infecciosas, inmunológicas, por exposición a tóxicos o a ruido. Sea cual sea su origen, a ciertos niveles, afecta la comunicación. A veces solo en situaciones especiales, en otras, aún en ambientes silenciosos.

En algunos pacientes la pérdida es reversible, y con fármacos o cirugías, se reestablece la audición. Hay otros en quienes se recupera de forma parcial y requieren complementarse con la adaptación de auxiliares auditivos. En algunos, el daño es irreversible y no mejora con los adelantos médicos disponibles.

Para estos pacientes con hipoacusia que añoran disfrutar de nuevo del timbre de la voz de sus seres queridos, los sonidos de la naturaleza y otros sonidos agradables al oído y al cerebro humano, existe una posibilidad porque hay un recurso audiológico para cada tipo de hipoacusia.

Y son muy escasos los pacientes que no obtendrían beneficio con alguno de ellos. El recurso audiológico más accesible y que cubre un universo mayor de pacientes, es el auxiliar auditivo, que dejó de ser un elemento que estigmatizaba a quien lo portaba, para convertirse en una órtesis de uso frecuente que puede pasar desapercibido, en la mayoría de los casos.

Atrás quedaron aquellos auxiliares auditivos “pesados” y antiestéticos que generaron rechazo en la antigüedad. La industria de audífonos se ha ocupado de miniaturizar la tecnología y poner al alcance equipos pequeños, potentes, elegantes que en algunos casos podrían combinarse según el color de piel o la preferencia de colores según la moda, ajustan el volumen de manera automática según los niveles de ruido del entorno, priorizan los sonidos de la voz humana sobre los ruidos ambientales para mejorar la comunicación, incorporan estrategias para la gestión del tinnitus, y algunos, ni siquiera requieren recambio de pilas porque las baterías vienen integradas.

Además, hoy existe un espacio para los pacientes con discapacidad y portar un auxiliar auditivo resulta casi tan natural como el uso de lentes para mejorar la visión.

¿Cómo saber si podría beneficiarse de un auxiliar auditivo?

Algunas preguntas sencillas podrían orientar sobre la necesidad de acudir a una evaluación especializada para saber si obtendría beneficios de un auxiliar auditivo.

Responda SI, A VECES o NO a las siguientes preguntas.

  1. ¿Tiene dificultad para seguir una conversación en ambientes ruidosos como un restaurant, una sala de espera o una reunión familiar?
  2. ¿Tiene dificultad para seguir una conversación a través del teléfono?
  3. ¿Necesita que le repitan los mensajes más de dos veces para comprender el mensaje?
  4. ¿Cree que tiene disminución de la audición?
  5. ¿Ha pensado en la necesidad de usar auxiliares auditivos?

Asigne 4 puntos por cada SI, 2 puntos por A VECES y 0 por NO.

Test sobre necesidad de auxiliares auditivos
0 a 4 No requiere
6 a 10 Requiere evaluación
12 a 20 Se beneficiaría

 

Consulte a su centro audiológico de confianza para conocer la amplia variedad de posibilidades en auxiliares auditivos. Se sorprenderá gratamente.




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