Cuando se conmemoran 1000 días de la injusta detención de Alexander Tirado “El Gato de Aragua” y Raúl Emilio Baduel, jóvenes aragüeños detenidos el 21 de marzo de 2014 y condenados a 8 años de prisión por protestar pacíficamente con un megáfono y una cruz de madera, Omar Mora Tosta y Theresly Malave, abogados defensores de los estudiantes, revelaron que hasta la fecha, la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, no se ha pronunciado sobre el recurso de casación que existe en torno al caso.
Mora Tosta explicó que el proceso se encuentra en una suerte de “agujero negro espacial o limbo jurídico”, porque en julio del año pasado, luego que Juan Luis Ibarra, juez rector de Aragua –hoy, magistrado del TSJ-, ratificara de manera ilegal la sentencia contra Tirado y Baduel, a pesar de haberse demostrado su inocencia en el amañado proceso, y tras “haberse realizado la audiencia de apelación sin la presencia sus defendidos a quienes declararon en falsa comtumacia”, aún la sentencia fue ratificada.
Posteriormente se introdujo ante el máximo tribunal del país, un recurso de casación cuya remisión fue anulada por el ponente y presidente de la Sala de Casación Penal, Maikel Moreno, por cuanto “nunca fueron trasladados para ser impuestos de la confirmatoria”, más no por ratificar una sentencia carente de elementos inculpatorios, y haberles privado el derecho a ser trasladados y escuchados por parte de la Corte de Apelaciones de Aragua como prevé la Ley, -lo cual consecuencialmente es una nueva violación al debido proceso, y al derecho a la defensa de sus defendidos-, razón por la cual fue devuelto el expediente a Maracay, donde luego de casi un año “sin haberse cumplido” lo solicitado por el TSJ, fue regresado a la Sala Penal, sin que tampoco fueran respondidas diversas solicitudes de la defensa, entre las cuales figuran la “libertad” por haber transcurrido el lapso para el decaimiento de la medida.
Theresly Malavé añadió que en la actualidad el expediente se encuentra en la Sala Penal del TSJ en espera de la decisión del recurso de casación en el que se solicitó la “nulidad absoluta” del proceso por las violaciones al debido proceso y a los derechos humanos de sus defendidos, quienes fueron condenaron a ocho años de prisión por protestar pacíficamente con una megáfono y una cruz de madera.
En el juicio condenatorio que duró un año, se manipularon las actuaciones policiales de los funcionarios que actuaron en la detención, no se tomó en cuenta las declaraciones de los testigos de la defensa en donde libran de toda responsabilidad a Baduel y Tirado, todo lo contrario, la juez 2da de juicio de Aragua, Iris Araujo, desestimó todas las pruebas de la defensa que demostraban la inocencia de estos estudiantes aragüeños y los condenó a ocho años de prisión por considerar que “se usó un elemento de interés criminalístico, un megáfono y unos listones de madera que formaban una cruz”, tal como se lee en la diapositiva condenatoria.
Pero mientras los obstáculos judiciales se interponen para darle celeridad en el caso de Baduel y Tirado, este jueves 15 de diciembre se cumplen #1000díasdeinjustaprisión, en donde han sido traslados a cinco cárceles de presos comunes, han sido torturados, han recibido tratos crueles e inhumanos, pero según cuentan sus familiares siguen firmes en sus convicciones y sus ideales.
Los parientes de ambos presos políticos confían en la pronta liberación no solo de estos jóvenes aragüeños, sino también de todos los inocentes secuestrados por el régimen de Nicolás Maduro y cuyo único delito ha sido pensar distinto, disentir, y querer un país mejor.
Nota de prensa.