Cuatro sujetos y una mujer entraron con actitud sospechosa a una unidad de pasajeros que viajaba de Maracay, estado Aragua, a San Felipe, estado Yaracuy. En el trayecto los cinco individuos amenazaron con armas a todos para quitarles sus pertenencias y se armó un enfrentamiento en el que un hombre acabó muerto.
En el momento en que se escuchó a los maleantes decir «Esto es un asalto», una mujer perteneciente a un cuerpo policial sacó su arma y abrió fuego contra los delincuentes, lo que inició una balacera en la que uno de los proyectiles impactó a Julio Cesar Amaya, de 58 años.
Amaya iba en los puestos delanteros y se encontraba dormido, mientras los demás estaban agachados. Una de las balas atravesó su cabeza, lo que le ocasionó la muerte inmediata.
El fallecido se desempeñaba como supervisor en una empresa de amortiguadores. Algunas veces vivía en Morón, municipio Juan José Mora, y otras en Maracay, por lo que se trasladaba de sitio a sitio.
A sus 58 años Amaya tenía dos hijos, ambos mayores de edad. Sobre la funcionaria que intervino en el enfrentamiento se conoció que tiene una herida en la pierna. Dos de los maleantes están en la Chet, uno de ellos grave, y la antisocial perdió la vida. Los familiares se negaron a hablar sobre ella.
