El coreano también colaboró para la causa de los suyos. Foto EFE.

El galés Gareth Bale se desató ante el Wolfsberger, pues marcó un gol y propició otro para el triunfo ante el equipo austríaco del Tottenham (1-4), que dejó casi sentenciado su pase a los octavos de final.

El futbolista cedido por el Real Madrid aprovechó la titularidad que le concedió en esta ocasión José Mourinho. Estuvo presente desde el principio en el choque disputado en el Puskas Arena de Budapest, por la imposibilidad de jugar en Austria por los condicionantes de la pandemia.

Antes del cuarto de hora, un pase de Bale desde la derecha, en línea de fondo, fue aprovechado por el coreano Heung Min-Son. En el 28, el galés recibió un balón de Matt Doherty dentro del área, sorteó a su defensor y lanzó un disparo que superó a Alexander Kofler. Fue el segundo.

Diez minutos antes del descanso, el brasileño Lucas Moura hizo el tercer tanto del cuadro londinense. En la segunda parte, el Wolfsberger pudo acortar distancias cuando una falta dentro del área de Moussa Sissoko fue sancionada con un penalti, que marcó Michael Liendl.

A la hora de juego, Mourinho sustituyó a Bale por Erik Lamela. Con la eliminatoria encarrilada, el preparador portugués agitó el banquillo y dosificó jugadores. A dos minutos del final, el brasileño Carlos Vinicius, sustituto del coreano Son tras el descanso, sentenció la goleada inglesa.




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