El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, aseguró este miércoles que su mayor remordimiento al dejar el cargo a final de este año será la continuación del conflicto en Siria.
En un acto en el Consejo de Seguridad, Ban reiteró a los quince miembros su llamamiento a que cooperen y cumplan con su responsabilidad colectiva de proteger a los civiles sirios.
El diplomático coreano recalcó que el Consejo es fuerte cuando está unido, y dijo que cuando falta unidad las consecuencias pueden ser profundas, como en el caso del Sáhara Occidental, e incluso catastróficas, como en Sudán del Sur.
El jefe de Naciones Unidas, que termina su mandato el 31 de diciembre, destacó que durante sus diez años al frente de la organización ha sido testigo de la capacidad del Consejo de Seguridad para actuar de forma innovadora y responder a situaciones complejas.
Como ejemplos, destacó los mandatos de varias operaciones de paz, la cooperación con organizaciones como la Unión Africana o el trabajo en el área de Mujer, Paz y Seguridad.
De cara al futuro, Ban animó al máximo órgano de decisión de la ONU a seguir trabajando en la reacción temprana ante crisis y en la prevención de conflicto, con una mayor atención a los derechos humanos y más participación de la sociedad civil.
En la sesión, el Consejo de Seguridad rindió tributo al trabajo del veterano diplomático, de 72 años, al que a partir del 1 de enero sucederá el portugués António Guterres.