El FC Barcelona logró una victoria en Elche (0-2), que le permite mantener su racha triunfal a domicilio en LaLiga, agravando un poco más la situación del equipo ilicitano, que encadena su decimotercer partido sin ganar.
Un gol de Frenkie De Jong y otro de Riqui Puig fueron suficientes para que el Barcelona sacara adelante un compromiso marcado por la ausencia de Lionel Messi, y en el que Ter Stegen volvió a ser providencial, al salvar a su equipo en la única ocasión de los locales.
El conjunto de Ronald Koeman cumplió desde el primer minuto con el guión previsto y asumió el mando absoluto del partido, ante un Elche replegado a la espera de rentabilizar algún error de su rival.
El conjunto catalán, con un ritmo lento y previsible en su sala de máquinas, cargó casi todo su juego de ataque por el costado de Dembélé, quien mantuvo una dura pugna con su marcador, el colombiano Johan Mojica.
Los culés, muy atascados e imprecisos en su juego ofensivo, solo pudieron generar algo de peligro en acciones a balón parado y en disparos lejanos de Busquets y Pedri. El Elche, por su parte, se animó a lanzarse al ataque con el paso de los minutos y rondó la portería de Ter Stegen con un remate de cabeza de Raúl Guti.
Los dirigidos por Jorge Almirón se sentían cada vez más cómodos, ya que su trabajo había logrado desconectar del partido a Griezmann y Braithwaite, mientras que Pedri y Alba apenas tenían incidencia en el juego.
Pero, un acelerón del Barcelona por la banda izquierda le permitió abrir el partido al filo del descanso. Braithwaite ganó la espalda a la defensa y envió un centro al área, que De Jong pasaportó a la red sobre la línea, tras una despeje defectuoso de Diego González.
El Elche acusó el impacto anímico del gol en los primeros instantes del segundo tiempo, en los que los azulgranas jugaron a placer, aunque con el paso de los minutos fue adelantando sus líneas de presión y acumulando jugadores en ataque.
El conjunto ilicitano tuvo su gran oportunidad en los pies del argentino Rigoni, al que Ter Stegen negó el gol en un mano a mano tras un gravísimo error de Mingueza. Segundos después, fue Edgar Badía el que se lució en la otra portería al detener un disparo colocado de Dembélé.
Los de Ronald Koeman, muy fatigados, no permitieron que el partido se descontrolara, volviendo a bajar las revoluciones del juego con un fútbol lento y sin profundidad. Almirón intentó reactivar a su equipo con los cambios, entre ellos el del veterano Nino, pero fue su rival el que estuvo más cerca del gol.
Badía evitó dos veces que Trincao se estrenara como goleador en el equipo, pero no pudo atajar un gran cabezazo de Riqui Puig, quien apenas llevaba unos segundos en el campo. El gol puso la rúbrica a una victoria gris del Barcelona ante un rival en caída libre.
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