Barcos militares y pesqueros zarparon en las últimas horas del puerto limeño del Callao, el mayor de Perú, para llevar ayuda humanitaria a las regiones del norte del país, las más afectadas por las inundaciones causadas en los últimos días por intensas precipitaciones y desbordes de ríos.
Los barcos se dirigen a las regiones de Piura, Lambayeque y Ancash, que en conjunto acumulan más de 55.000 damnificados, a los que no se le puede repartir la ayuda por vía terrestre porque la carretera Panamericana Norte, que comunica Lima con Ecuador, está cortada por la destrucción de tres puentes.
La fragata Quiñones de la Armada peruana partió anoche con treinta toneladas de ayuda humanitaria para el municipio de Huarmey, situado en la región Ancash, a unos 280 kilómetros al norte de Lima, donde el suministro de electricidad está suspendido por la inundación de la subestación eléctrica del lugar.
El buque lleva agua potable y otros productos de primera necesidad, además de un helicóptero con capacidad de realizar evacuación de personas, ya que en algunas zonas de Huarmey el agua alcanza el medio metro de altura, incluido en el hospital del municipio.
Un buque pesquero de la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP) se encuentra listo para zarpar hoy hacia el puerto de Paita, el segundo más importante del Perú, situado en la región de Piura, para llevar 300 toneladas de ayuda humanitaria.
La presidenta de la Sociedad Nacional de Pesquería, Elena Conterno, explicó que sus empresas se han organizado para poner los barcos que sean necesarios y para hacer los viajes que hagan falta para repartir la ayuda y productos recolectados en Lima.
Conterno indicó que espera poder tener listo para este domingo o para el lunes otro buque con más ayuda para la ciudad de Chimbote, en la región Ancash, unos 400 kilómetros al norte de la capital peruana.
En Lima, las autoridades peruanas instalaron distintos puntos de acopio de ayuda para que particulares y empresas puedan depositar sus donaciones.
Uno de los puntos de recogida de productos está en el Palacio de Gobierno, a cargo de la primera dama de Perú, la estadounidense Nancy Lange.
La Fuerza Aérea del Perú (FAP), por su parte, continúa realizando vuelos diarios a las ciudades de Trujillo, Chiclayo, Piura y Jauja con sus aviones militares Antonov, C27-Spartan y un antiguo avión presidencial para evacuar a los damnificados de esas regiones.
Hasta el momento ya han sido trasladadas unas 1.400 personas, algunas con necesidades médicas, y otras para encontrar un lugar donde resguardarse tras haber perdido sus viviendas.
Las inundaciones dejan hasta ahora 62 muertos, 170 heridos, 12 desaparecidos, 62.000 damnificados y unos 500.000 afectados, según las últimas cifras oficiales ofrecidas por el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN).
Las lluvias se dan por un atípico fenómeno climatológico de El Niño, que ha calentado inusitadamente la superficie marina del litoral peruano, lo que a su vez provoca intensas e inusuales lluvias en su costa desértica, que devienen en aniegos, desbordes de ríos y deslizamiento de tierras, conocidos en Perú con el término quechua "huaicos".