Barty es la esperanza del triunfo tan esperando por los locales. Foto referencial cortesía Sporting News.

La tenista australiana Ashleigh Barty (1) tendrá la oportunidad de acabar con una mala racha local que ha perdurado durante 44 años y poner así terminar un impecable recorrido en el que no ha cedido ningún set, en la final del Abierto de Australia que le enfrentará a la estadounidense Danielle Collins (27).

La local, campeona de Roland Garros en 2019 y Wimbledon en 2021, será la gran favorita después de firmar un imperial recorrido hasta la final en el que tan sólo cedió 21 juegos.

Sus principales armas: el servicio y el revés cortado; han funcionado de maravilla hasta la fecha y se refleja tanto en sus 35 servicios directos, como en la forma en las que ha neutralizado a rivales dominadoras, como la estadounidense Madison Keys en semifinales, con su impoluto ‘slice’.

Barty, de carácter afable y risueña, recibe un apoyo incondicional por parte del público que inunda las gradas de la Rod Laver Arena. Tendrá la oportunidad de poner punto y final con una mala racha que ha azotado a las locales en el cuadro femenino, después que la australiana Chris O’Neil fuera la última tenista oceánica en hacerse con el título en Melbourne Park.

En el otro lado de la red estará la estadounidense Collins, que ya alcanzó las semifinales a orillas del río Yarra en 2019, y que llegará en plenitud de condiciones después de abrumar a la polaca Iga Swiatek (9) en unas semifinales en las que conectó 27 golpes ganadores.

Swiatek, campeona de Roland Garros en 2020, aseguró en su rueda de prensa que nunca había recibido una pelota tan rápida como la de Collins en el partido de este jueves.

Las víctimas de Collins en el torneo han sido su compatriota Caroline Dolehide, la croata Ana Konjuh, la danesa Clara Tauson, la belga Elise Mertens, la francesa Alizé Cornet y la polaca Swiatek.

Mientras que Barty dejó por el camino a la ucraniana Lesia Tsurenko, las italiana Luzia Bronzetti y Camila Giorgi, y las estadounidenses Amanda Anisimova, Jessica Pegula y Madison Keys.

La australiana mantiene un cara a cara favorable de 3-1, pero están empatadas a uno en los enfrentamientos que mantuvieron sobre pista dura.

La primera vez que se vieron las caras en esta superficie fue en las semifinales Adelaida en 2020 y Barty se impuso por un apretado 3-6, 6-1 y 7-6(5). Sin embargo, el encuentro más reciente cayó del lado de la jugadora de Florida después de ganar los octavos de final del mismo torneo, pero en 2021, por 6-3 y 6-4.

Esta igualdad arroja un poco de esperanza a un partido en el que Barty llega como la gran candidata al título por su dominio en el circuito en los últimos dos años y por su intachable carrera hasta la fecha en la capital del estado de Victoria.




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