Karim Benzema, delantero francés del Real Madrid. / Foto EFE

Un doblete y una asistencia de Karim Benzema dio al Real Madrid la victoria por 3-1 sobre el Celta. Tras este resultado, los blancos se mantienen en la pelea por LaLiga, a tres puntos de distancia del Atlético, que jugará este domingo ante el Alavés.

El conjunto merengue tuvo varias fases en el mismo encuentro. En la primera media hora, dominó a placer y se puso 2-0 arriba. Mientras que en el último tramo del primer tiempo y en gran parte del segundo tuvieron que ponerse el mono de trabajo para mantener el resultado.

La conexión Toni Kroos – Karim Benzema fue la que permitió que el Madrid se pusiera dos goles por arriba en la pizarra. El primero llegó en el 20′, con el alemán regateando a un rival y metiendo un pase en profundidad para dejar solo al ‘9’, que no perdonó colando el balón junto al segundo palo.

Apenas 10 minutos después, llegaría el otro tanto que parecía encaminar el partido para Zidane y sus pupilos. Fue a través de esa presión alta que vienen implementando a lo largo de la temporada, la cual unas veces les funciona y en otras les deja expuestos. Pues, esta vez funcionó. Kroos robó la cartera a Tapia en el borde del área y la pelota cayó en los pies de Karim. El galo se fue perfilando hasta encontrar el espacio y definir de zurda. 2-0 y todo hacía indicar que los blancos tendrían una tarde tranquila.

Sin embargo, nada más lejos de la realidad. El Celta, comandado por su incansable delantero Iago Aspas, seguía apretando y jugando, con una actitud muy alejada de la rendición. Encontraron su premio a cinco minutos para el final del primer tiempo, con una falta colgada al área que cabeceó Santi Mina a la red.

Al descanso se iban dos equipos que, a pesar de las diferencias, no parecían inconformes con el marcador. El Madrid, viéndose por arriba gracias a ‘El Gato’; el Celta, con la esperanza de remontar luego de ese gol en los últimos minutos.

Tras el mediotiempo, el conjunto celeste adelantó más sus líneas, buscando incomodar la salida de los blancos. Y cuando estos salían, recurrían a una técnica que disgusta al ojo del aficionado pero a veces puede ser efectiva: la falta. Ante este escenario, el partido empezó a verse cortado. El pitazo del árbitro sonaba a medida que las amarillas iban apareciendo por ambos lados de la cancha.

Zidane retiró a Kroos (amonestado) y la relativa tranquilidad con la que vivía el Madrid se vio afectada. El Celta comenzó a tener más el balón y a acercarse al área defendida por Courtois.

De vez en cuando podía despegar Vinícius por la banda izquierda de los merengues, pero, como viene acostumbrando, el brasileño no tomaba las decisiones correctas en los últimos metros.

El resultado estaba en el alambre. En cualquier momento podía venir el gol del empate del Celta o el tanto del Madrid que terminara la historia. En los últimos minutos, parecían estar más cerca los celestes del 2-2. Y a punto estuvieron de conseguirlo en el 82′, cuando Iago Aspas cobró un tiro libre que rozó en la cabeza de Casemiro y besó el poste.

Zidane respiraba en la banda y Courtois en el arco tras esa jugada. Los blancos supieron sufrir en los minutos finales y, a la contra, anotaron el gol que definió la historia. Benzema recibió por la izquierda y metió un centro medido para Asensio, que no perdonó en boca de gol. 3-1 y los merengues se llevaron los tres puntos a casa para presionar a Barcelona y Atlético, que juegan este domingo.




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