El presidente Jair Bolsonaro apeló a sus seguidores este viernes para que convenzan a los indecisos y traten de persuadir a sus familiares y amigos para que lo apoyen en las elecciones de Brasil del próximo 30 de octubre.
Bolsonaro se dirigió a cientos de personas en Duque de Caxias, municipio de la zona metropolitana de Río de Janeiro, y les pidió que no sean "templados" en la defensa de su candidatura.
"De allá para aquí es fácil traer votos. Hablen con sus familiares, tráiganlos para este lado. Ellos no tienen argumentos para cambiar a nadie para su lado", afirmó el líder de la ultraderecha, subido en un escenario, ante centenares de personas vestidas de verde y amarillo, colores nacionales de Brasil.
El mandatario reiteró la idea de que las elecciones suponen "una batalla entre el bien y el mal", en la que Brasil "se juega la libertad" o caer en el "comunismo", una ideología que asocia a su rival, el progresista Luiz Inácio Lula da Silva, a quien tildó de "ladrón".
En la primera vuelta de las elecciones, el pasado 2 de octubre, el expresidente Lula obtuvo el 48,4 % de los votos y Bolsonaro fue el segundo más votado, con un 43,2 % de los sufragios.
Las encuestas de intención de voto sitúan a Lula como favorito de cara a la segunda vuelta, que se celebrará dentro de dos semanas, con entre cinco y nueve puntos de ventaja.
Lula tiene "obsesión" de acabar con el hambre
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva afirmó este viernes que, en caso de ganar la segunda vuelta de las elecciones el próximo 30 de octubre, tiene como "obsesión" acabar con el hambre.
"Nuestra candidatura tiene como objetivo fundamental reconstruir este país y esa reconstrucción pasa por una obsesión que yo tengo: la obsesión de acabar con el hambre", declaró Lula en una rueda de prensa concedida en Recife, capital de Pernambuco (noreste), estado de donde es originario Lula.
Según un estudio de la Fundación Getúlio Vargas, 63 millones de personas sobreviven con unos 500 reales (unos 95 dólares) al mes y otros 33 millones pasan hambre, viviendo en la extrema pobreza, con ingresos de 105 reales (20,5 dólares) al mes per cápita.
La mayoría de las personas en situación de extrema pobreza se concentran en el noreste de Brasil, región donde Lula recibió un mayor porcentaje de votos frente a su rival, el presidente Jair Bolsonaro.
Generar empleos
El exmandatario aseguró que su "segunda prioridad" es generar empleos, por lo que prometió entablar "una discusión profunda" con los empresarios sobre la generación de "más empleos dignos y estables".
"Queremos que el empleado independiente tenga un sistema que garantice un mínimo de seguridad cuando sufra un accidente o se estropee su herramienta de trabajo", manifestó Lula.
La actual tasa de desempleo en Brasil es del 9,3% con 10,1 millones de personas en busca de trabajo, según los datos oficiales.
En la primera vuelta de las elecciones, el pasado 2 de octubre, Lula obtuvo el 48,4 % de los votos y el actual presidente, Jair Bolsonaro, fue el segundo más votado, con un 43,2% de los sufragios.
Las encuestas de intención de voto sitúan a Lula como favorito de cara a la segunda vuelta, que se celebrará dentro de dos semanas, con entre cinco y nueve puntos de ventaja.