El alto representante comunitario para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, afirmó hoy que el apoyo militar que la UE está dando a Ucrania para defenderse de la invasión rusa es “muy grande”, y señaló que ya están invirtiendo el segundo tramo de la asistencia de hasta mil millones de euros asignada para ese fin.
La eficacia de esa ayuda militar está siendo muy grande, recalcó Borrell en una comparecencia ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, en la que valoró en especial las armas de defensa antitanque y antiaviones suministradas por países de la UE a Ucrania, sin las cuales las pérdidas de ese país serían “mucho más dolorosas”.
El jefe de la diplomacia comunitaria explicó que ya han “rebasado con creces el primer bloque” de 500 millones de euros procedentes del Fondo Europeo en Apoyo de la Paz (FEAP) acordado por los Veintisiete, y que ahora “estamos muy rápidamente suministrando con cargo al segundo bloque, hasta llegar a los mil millones de euros de ayuda militar”.
Según Borrell, la asistencia militar dada por la UE “está llegando de forma muy efectiva” a través de los centros logísticos situados en la frontera con Ucrania.
Vamos bien. No está previsto aumentarla (la ayuda financiera para armamento), pero estamos todavía gastando lo que los Estados han decidido, comentó.
Borrell también garantizó que la UE apoyará a la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) en su investigación sobre posibles crímenes de guerra cometidos por las tropas rusas en Ucrania.
Misión en Mali
Por otra parte, Borrell se refirió a la situación de la misión de formación militar EUTM Mali.
Ante la crisis que atraviesa ese país del Sahel y sus contactos con la empresa de seguridad rusa de mercenarios Wagner, sancionada por la UE por violaciones de los derechos humanos, el alto representante había solicitado por carta a la junta militar que gobierna en Mali desde el golpe de mayo de 2021 garantizar las condiciones necesarias para que la misión europea pueda seguir realizando su papel.
“El 23 de marzo el Gobierno de Mali confirmó su voluntad de mantener la colaboración que mantiene con nosotros, y al mismo tiempo respetar los acuerdos vigentes. Pero con muchas ambigüedades”, lamentó Borrell.
Según dijo, “es inevitable redimensionar nuestra misión, a través de una suspensión específica y reversible si es necesario, de los entrenamientos militares más sensibles que desarrollamos”.
No queremos que la misión desaparezca, que la cerremos. Para eso haría falta unanimidad, pero no la tenemos. Así que vamos a disminuir el número de entrenamientos sensibles de las tropas malienses, indicó, y agregó que en todo caso la UE va a “conservar una posición política” en el dominio de la ayuda humanitaria.
Acuerdo nuclear iraní
Asimismo, Borrell se refirió al estado de las negociaciones para revitalizar el acuerdo nuclear con Irán (aprobado en 2015 y del que EEUU se retiró en 2018, lo que inmediatamente secundó Teherán con lo cual prácticamente quedaba inutilizado) y aseguró que la posición de Rusia, una de las partes signatarias, “ya no es un problema” tras los contactos diplomáticos ruso-iraníes.
Según dijo, Rusia ya levantó sus objeciones ante la posibilidad de que, con el levantamiento de las sanciones internacionales contra Irán, ese país empiece a exportar más petróleo, lo que podría ir en su contra por las medidas restrictivas que afronta por la invasión de Ucrania.
Ahora el problema es la calificación como organización terrorista de alguna de las instituciones iraníes, comentó.
Tras 11 meses en los que se ha intentado concluir el nuevo acuerdo, la eliminación de las sanciones contra la Guardia Revolucionaria iraní, considerada por Estados Unidos como un grupo terrorista, es una de las principales cuestiones pendientes.
El alto representante recalcó que ese asunto ya “no tiene nada que ver con el acuerdo nuclear” pero “aparece como elemento colateral que todavía no hemos sido capaces de resolver”, pese a que reconoció que hace dos semanas el pacto parecía al alcance de la mano.
Aseguró que sus equipos están negociando entre Viena (sede de las conversaciones), Washington y Teherán, “intentando buscar una solución que un día parece cercana y, al otro, no”.
Creo que sería una pérdida para todos no llegar a ese acuerdo cuando estamos tan cerca de él, pero no puedo garantizar que lo consigamos. Lo que sí puedo garantizar es que Rusia ha dejado de ser un problema, y eso es un paso importante, subrayó.
