Este domingo, los Milwaukee Bucks de Giannis Antetokounmpo acortaron distancias en las Finales de la NBA (1-2), al vencer con contundencia a los Phoenix Suns con marcador de 120-100.
Antetokounmpo, que en el segundo partido dio un recital con 42 puntos, regaló una nueva actuación monumental. Sumó esta vez 41 unidades (14 de 23 en tiros), 13 rebotes y seis asistencias.
Por parte de los Suns, Chris Paul consiguió 19 puntos (8 de 14 en tiros) y nueve habilitaciones. Los Suns dominaron claramente sus dos partidos en casa, pero en su primera salida a Milwaukee ofrecieron una versión muy irregular.
El mejor ejemplo de ello fue un desacertado Devin Booker, quien solo pudo lograr 10 tantos (3 de 14 en tiros), seis capturas y par de entregas.
Frente a ellos, los Bucks sí supieron en esta ocasión acompañar colectivamente a Antetokounmpo. Señalados por su flojo aporte en el segundo encuentro, Jrue Holiday (21 puntos y nueve asistencias) y Khris Middleton (18 enteros, siete rebotes y seis asistencias) dieron un paso al frente.
También destacó Bobby Portis, uno de los héroes de la afición de Milwaukee, al lograr 11 puntos y ocho rebotes en solo 18 minutos sobre la pista.
Los Bucks impusieron su defensa durante gran parte del duelo, tuvieron una mayor puntería desde el triple (39% frente al 29% de los Suns), controlaron el rebote (47% por 36%) y construyeron su primera victoria en estas Finales, a partir de un gran segundo cuarto (35-17). El cuarto partido de las Finales entre Bucks y Suns se jugará el miércoles también en Milwaukee.