Dayrí Blanco
A Luisa Peñalosa y su hija de cinco años les tocó caminar más de tres kilómetros desde su casa en Flor Amarillo hasta la avenida principal del sector en la Zona Industrial El Recreo. Tuvieron que hacerlo para poder sortear la protesta que desde las 6:30 a.m. colapsó la zona en un reclamo de comerciantes informales que fueron desalojados por funcionarios de la Policía Municipal de Valencia.
Con esmeril en mano los uniformados comenzaron a quitar los más de 500 puestos ubicados en la avenida bolívar de la urbanización. La mayoría de víveres, hortalizas y frutas. La causa: Hacer cumplir la Gaceta Municipal 13/3358 del 13 de diciembre de 2013 que prohíbe la presencia de buhoneros en el lugar por considerarlo un corredor vial.
A Miriam Galindez todos la conocen. Ella tiene más de 30 años vendiendo vegetales en su puesto. A las 2:00 a.m., como cada día, fue al Mercado Mayorista de Libertador de donde regresó con la mercancía en la que invirtió más de 600 mil bolívares. Los tomates, cebollas, pimentones y papas que pretendía vender hoy están en un deposito expuestos a descomponerse. «Ese dinero lo voy a perder y nadie responderá», lamento la señora que trabaja para conseguir el sustento de sus 11 nietos.
La exigencia de los comerciantes informales es clara: «Si el alcalde quiere hacer algo que nos construya un mercado, pero no puede quitarnos la posibilidad de trabajar», reclamó Andrés Mendoza en nombre del resto de sus compañeros, quienes piden la presencia del alcalde, Miguel Cocchiola, para llegar a un acuerdo y levantar la protesta que mantiene colapsadas las vías de acceso a Güigüe, Flor Amarillo, Parque Valencia y La Isabelica.
Cómo Luisa Peñalosa y su hija, cientos de vecinos tuvieron que caminar un largo tramo para poder subirse a las unidades de transporte publico y llegar a sus destinos. Funcionarios de la Policía de Carabobo y de la Nacional Bolivariana, intentan mediar con los manifestantes.
