Foto Referencial

Tres días tenía ayer el cuerpo del comerciante de origen italiano, Michelle Petrosino Giuliani (87) tendido sobre una camilla y cubierto por una sábana, en el Hospital Universitario de Caracas, porque no hay suficientes cavas refrigeradas para conservar los cuerpos, mientras sus familiares cumplían con una serie de trámites burocráticos para poder sepultarlo.

Petrosino falleció el domingo por un infarto. Para tratar su angina de pecho debía tomar Vastarelmr de 35 mg, y colocarse parches de Nitroderm de 25 mg, pero tenía más de un año sin conseguir esos medicamentos. El paciente cardíaco, también debía consumir Losartan, carvedilol, y otros medicamentos que no conseguía.

Primero lo ingresaron en el hospital de Santa Teresa del Tuy, luego en el Universitario de Caracas, y mientras los familiares deambulaban por la capital buscando donde hacerle exámenes de sangre, placa de tórax y tomografía, les avisaron que había fallecido.

El comerciante tenía un hematoma en la frente, producto de una caída sufrida cinco días antes, y un médico del HUC exigió que le hicieran autopsia. El médico tratante señaló por su lado que no era necesario esa experticia pues se trataba de una muerte natural y solo ameritaba la certificación. Finalmente acudió un especialista de la morgue de Bello Monte, certificó que se trataba de una muerte natural, formalizaron el acto y ordenaron la entrega del cuerpo.

José Miguel Petrosino, hijo del comerciante, acudió ayer a la morgue en busca del informe para poder retirar el cuerpo de su padre y entregarlo a la funeraria que realizaría el sepelio. No había visto el cuerpo, pero le preocupaba el estado en que pudiera encontrarse, debido a que habían transcurrido 72 horas del fallecimiento y no lo tenían en una cava. Ayer al mediodía no sabía si podían velarlo o no.

En el HUC hay cavas vacías, aparentemente dañadas, y las que funcionan no tienen capacidad para meter más cuerpos porque están llenas. Por eso el de Petrosino y de otros dos difuntos, estaban en una sala, sobre camillas, cubiertos con sábanas.

Michelle Petrosino era natural de Salerno, llegó a Venezuela en el año 1959, tras la caída de la dictadura de Pérez Jiménez, se hizo mecánico y luego fue dueño de una gasolinera. Vivía en Los Valles del Tuy.




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.