El canal de televisión maldivo Raajje TV ha suspendido su emisión regular a causa del acoso continuado y amenazas recibidos desde que el Tribunal Supremo anuló las sentencias contra varios opositores, una situación que, asegura, ha empeorado desde la proclamación del estado de emergencia.
«Lamentamos informar a nuestros espectadores la decisión de suspender la emisión regular de Raajje TV, en medio de acoso continuado, amenazas e intimidación», aseguró el canal local en un comunicado difundido esta madrugada.
«No creemos que haya un ambiente seguro en Maldivas necesario para nuestros periodistas para informar libre e independientemente», añadió.
La televisión lamentó que a pesar de las amenazas, la Policía maldiva ha dejado de proteger sus instalaciones, mientras que las estaciones de televisión respaldadas por el Gobierno sí cuentan con protección a todas horas.
Raajje TV precisó que comenzó a recibir amenazas, sin indicar de parte de quién, desde que el Tribunal Supremo ordenó el 1 de febrero la anulación de las condenas de nueve dirigentes opositores, así como su puesta en libertad, y que la situación empeoró significativamente desde la proclamación del estado de emergencia.
La Comisión de Radiodifusión de Maldivas (MBC, en inglés) ha sido tomada por las fuerzas armadas y ha comenzado a emitir amenazas contra los medios en nombre de la protección de la seguridad nacional, denunció.
La decisión del Supremo de anular las condenas abrió una crisis cuando el actual presidente, Abdulla Yameen, decidió desacatar esa disposición y declarar la emergencia, al tiempo de detener al presidente y a un magistrado del máximo órgano judicial y al exdictador Maumoon Abdul Gayoom.
En un mensaje ayer a la nación, Yameen acusó de conspiración y golpe al Tribunal Supremo y más tarde tres magistrados de la máxima instancia judicial -los que no están detenidos- emitieron un fallo destinado a revocar la decisión de la semana pasada.
Maldivas se encuentra en medio de una grave crisis institucional y política desde que una explosión en el barco del presidente, en la que resultó herida la primera dama, llevó al dirigente a denunciar en 2015 una serie de supuestos intentos de magnicidio.
