Ideas uniformes procedentes de los pueblos enteros desconocidos entre sí deben tener una base común de la verdad.”

Giambattista Vico.

La historia y la economía están profundamente imbricadas, de allí se deduce la tautología que afirma la inexistencia de un modelo económico sin su contraparte histórica -refiriéndome no al mero acontecimiento temporal, sino a la similitud en los comportamientos de los ciudadanos frente a un evento dado-. De allí suponíamos que era agua pasada el caos cambiario, la represión como mecanismo para justificar la ineptitud y los controles arcaicos de precios, la semana del 22 de agosto al 26 de agosto, nos ratifica la tesis del historiador Giambattista Vico “corsi e ricorsi”, es decir la ida y la vuelta de la historia, su cíclico recorrido justificado por la tozudez de la humanidad, eso que Von Hayek manifestase como fatal arrogancia y que el contemporáneo Axel Kaiser definiera como fatal ignorancia, en el caso de la conducción económica de la República se yuxtaponen para presentar un cuadro de ignorancia agravada por arrogancia.

En la antepenúltima semana del mes de agosto, la moneda se depreció en 24%, tomando en cuenta que entre jueves 25 y viernes 26 de los corrientes, el Banco Central de Venezuela inyectó trescientos millones de dólares, para contraer el tipo de cambio en tan sólo 7,24%, es decir quemar trescientos millones de dólares, para bajar en 0,64 bolívares la cotización del cambio y cerrar las brechas entre el dólar paralelo y su esquema oficial de 14% a 9,24%, un verdadero logro pírrico, tomando en cuenta que la política monetaria ofrece mecanismos correlacionados, robustos y armónicos para el logro de la estabilidad del objetivo intermedio del tipo de cambio, queda pues demostrado de nuevo que el Banco Central de Venezuela es únicamente una torre de concreto ubicada en la Avenida Urdaneta, sin capacidad alguna por procurar una política monetaria estable y creíble, pues de nuevo frente a la incapacidad manifiesta, se acude al enemigo externo y a la criminalización de las páginas que cotizan un simple promedio de transacciones. Es decir, las operaciones de mercado, el control de los agregados monetarios, las tasas de refinanciamiento bancario y en suma toda la batería de herramientas monetarias son inútiles frente a los enemigos externos de una recuperación económica absolutamente insostenible, e inviable por inexistente.

Así pues, de la mano de la pobreza del logo o de la palabra, la sociedad o la masa absorta en toda suerte de posverdades, decide alejarse de la realidad y aceptar como verdaderos, los razonamientos por demás inverosímiles manejados desde la cúpula de un régimen connaturalmente avieso, volviendo a confundir causas con consecuencias adjudicándole la responsabilidad de este desastre cambiario a un tercero en lugar de reconocer al verdadero responsable, he allí la pobreza del espíritu, justamente en esas confusiones en esos extravíos encuentra estabilidad la mentira hecha política de estado, entre las causas de este caos haré mención a la primordial, que estriba en la inexistencia de estabilidad alguna en los ámbitos cambiarios y monetarios, es imposible lograr esto sin aplicar una política monetaria de amplio espectro que incluya también a su contrapartida fiscal y embride confianza , las demás causas de este caos anunciado se resumen en:

  • Mayor aplicación del gasto público, en el I semestre de 2022 un valor de 142%, en donde se subsumen los 1500 millones de bolívares cancelados a los educadores y personal de la administración pública-entendiendo su impacto parcial e incompleto- así como el pago retrasado a los proveedores del Estado realizado en bolívares ante la escasez de divisas.

  • Las inyecciones en bolívares, deben de complementarse con intervenciones cambiarias y al no sincronizarse tal función básica por demás, de cualquier Banco Central que emplee las actuaciones en divisas como herramienta vertebral, el resultado es el evidente desvió inflacionario, a la fecha el Banco Central le ha inyectado 3.100 millones de dólares a las mesas de cambio y la semana anterior al 22 de agosto, sólo intervino con trece millones, el resultado no podía ser otro que la expectativa y el caos.

  • El tipo de cambio oficial de 7,8360 Bs por dólar al ajustarse por inflación o expresarse en su equivalencia de equilibrio se ubicaría entre 18,5 VES/USD hasta 23 VES/USD, lo cual advierte el grado de infravaloración de la divisa en nuestra economía.

  • Los títulos de cobertura no han servido para recoger la liquidez, no logran trocarse en una operación de mercado abierto, pues no ofrecen cobertura frente al aumento del tipo de cambio.

El régimen insiste en la conspiración, en la guerra económica, en el grito ignaro de Polifemo “Nadie me mata”, para no asumir su responsabilidad, entendiendo que la coacción ciega, la represión hacia los comerciantes son una práctica común. Fomentando además el vicio existente en una sociedad extraviada, que ve en el comerciante y el prestador de servicio, a un especulador y no a una victima más de la incertidumbre producto de la incapacidad de presupuestar, estimar y planificar en la economía, como la única manera de logar estabilidad.

Las denuncias de conspiraciones quedan entonces desmontadas, luego de que el 25 de los corrientes el propio BCV, interviniera en el mercado con doscientos millones de dólares (200.000.000) y al día siguiente lo hiciere con 99 millones (99.000.000) más, para lograr revertir el alza del tipo de cambio y llevarla a 8,56 VES/USD, con tendencia a la baja de 6,77%, este poder de manipular el tipo de cambio como objetivo, solamente lo tiene el Banco Central y de hecho así quedó demostrado, no vendría mal un poco más de seriedad institucional, estamos hastiados de los espectáculos, de las mentiras de ver en Cadena Nacional, al presidente del Banco Central de Venezuela armado con un cartón graficado, en el cual presentaba cuatro trimestres en crecimiento de dos dígitos, queremos y es nuestro derecho, ver reflejadas las cifras del PIB real, en el entorno virtual de este órgano, así como demandamos cifras de balanza de pagos, cuenta corriente, nivel de endeudamiento, composición de reservas, metas de inflación y tipo de cambio. Frente al caos institucionalidad, orden, control y análisis, en una pablara virtudes intelectuales, pues las cardinales y ciudadanas le son lejanas a quienes hoy usurpan el poder.

Finalmente este caos se veía venir, se anunció con tiempo y se advirtió que aquí no había recuperación alguna, vencer la hiperinflación y reactivar el aparato productivo no son tareas espontaneas se requiere de un plan, tampoco se le puede achacar la responsabilidad de este caos cambiario al pago del bono vacacional, incompleto y absolutamente desconectado de la progresividad laboral, no puede haber bienestar en detrimento de otros, esa es una máxima elemental de los equilibrios Pareto eficientes, requerimos urgentemente seriedad, institucionalidad y un cambio en la conducción del poder en el Estado, de lo contrario estaremos condenados a estar en las idas y las vueltas de Clío y su envolvente pergamino cíclico del “corsi e ricorsi” planteado por Giambattista Vico.

La historia no avanza de forma lineal, impulsada por el progreso, sino en forma de ciclos que se repiten”

Giambattista Vico




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