Foto: AFP

El venezolano Carlos González se ha quedado atrapado en una especie limbo entre agentes libres.

Y no está para nada preocupado por eso.

González es realista. Sabe que viene de la menos productiva de las siete temporadas en las que ha jugado 100 encuentros o más. Entiende que hay una especie de atasco creado por la falta de creatividad al momento de firmar a los agentes libres.

Pero por sobre todas las cosas, el veterano está seguro de que para el momento en el que abran los campos de entrenamiento el próximo mes, estará uniformado y preparándose para el Día Inaugural.

Podría estar de regreso con Colorado, donde jugó las últimas nueve temporadas, o en alguno de los otros equipos que de acuerdo con los informes han mostrado interés en él: Azulejos, Orioles, Astros, D-Backs o Reales.

«Lo he disfrutado», dijo González. «Ha sido un proceso lento, pero sé que voy a conseguir trabajo. Mi enfoque ha sido prepararme para el momento en el que tenga que volver al terreno».

González viene trabajando en Orlando, Florida, junto a un grupo de peloteros que incluye al también venezolano José Altuve. «He estado tomando algunos apuntes», dijo CarGo.

González es uno de los jugadores más interesantes entre el grupo de agentes libres que todavía no han firmado. El guardabosque de 32 años ha sido convocado tres veces al Juego de Estrellas, ha ganado un Guante de Oro de la Liga Nacional en tres oportunidades y un Bate de Plata en un par de ocasiones. Encabezó la Liga Nacional con .336 de promedio en el 2010 y terminó tercero en las votaciones del Jugador Más Valioso ese año.

También es una de esas personas que siempre están sonriendo y jamás busca excusas, ni siquiera durante lo que fue un decepcionante 2017 en lo individual, algo que seguramente ha jugado un papel para que su mercado no se haya movido mucho. González bateó .262 en la temporada, pero terminó con fuerza y fue clave para que los Rockies conquistasen uno de los dos comodines de la Liga Nacional al ligar para .377 con .484 de porcentaje de embasarse y .766 de slugging en septiembre, mes en el que largó seis jonrones y empujó 16 anotaciones.

Lo que hizo CarGo para cerrar el 2017 fue muy distinto al .221 de promedio de bateo y .299 de porcentaje de embasarse que produjo en la primera mitad de la zafra.

Todo eso pasó en el último año del contrato de siete temporadas y US$80 millones que firmó González con los Rockies en su último año antes de ser elegible al arbitraje, movimiento con el que entregó sus tres años de arbitraje y otros tres de una potencial agencia libre.

«Iba a ganar salario mínimo como pelotero de tercer año», recordó González. «Pude conseguir un contrato que iba ayudar a mi familia. Eso era importante para mí, ocuparme de mi familia. Yo soy de Venezuela y las cosas allí son muy distintas que en muchos países».

Ahora está de nuevo en el mercado libre, esperando que finalmente terminen de abrirse algunas puertas.

«J.D. Martínez sigue (disponible)», recordó González, quien al igual que Martínez es representado por Scott Boras. «Dependiendo de la decisión que él tome, se podrían abrir algunas opciones para mí».

Siempre es posible que alguno de los equipos interesados le haga una oferta por varios años, pero la realidad es que a González quizás le convendría un contrato de un año para poder reestablecer su valor tras lo sucedido la campaña pasada. En ese sentido, cree que esas últimas semanas lo ayudaron mucho, además de los ajustes que hizo con la forma de manejar el bate, retomando el agarre que le había funcionado en el pasado.

Lo que no hizo González fue quejarse. Uno de los pocos veteranos del clubhouse de los Rockies, el veterano mantuvo su sonrisa y apoyó a sus compañeros en todo momento mientras lidiaba constantemente con preguntas sobre su bajo rendimiento en el terreno.

CarGo ha disfrutado su estadía con los Rockies y no descarta la posibilidad de regresar. Ambas partes se han mantenido en contacto. González se siente cómodo con la gente del equipo, desde el manager Bud Black hasta el gerente general Jeff Bridich y el propietario Dick Monfort.

«Estoy agradecido por la oportunidad que me dieron los Rockies», dijo González, que originalmente firmó con los D-backs y debutó en las Grandes Ligas con los Atléticos. «Los Rockies siempre serán especiales para mí. Podría seguir con los Rockies».

Y los Rockies también podrían necesitarlo. Todavía buscan un bate de impacto para los jardines.

González no sólo encajaría en ese rol. La historia también ha demostrado que brindaría una gran presencia en el clubhouse.

Con información de Las Mayores




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