La directiva de la Casa Portuguesa atribuyó a una cantidad incontrolable de personas, que sobrepasó varios puntos vulnerables de la instalación recreativa, la aglomeración registrada el pasado domingo 13 de junio, conocida como la Fiesta de la Espuma, que motivó la presencia de funcionarios policiales y que desencadenó en sanciones de las autoridades por el irrespeto a las medidas de bioseguridad.
En un documento que circuló a través de las redes sociales, Carlos Rodrígues, presidente de la Casa Portuguesa, aseguró que el evento realizado era exclusivamente para socios e invitados. «La actividad transcurría con normalidad, hasta que a las 3:00 de la tarde llegó una cantidad incontrolable de personas, lo cual nos obligó a suspender el ingreso para respetar el aforo de las normas de bioseguridad. Las personas que estaban afuera de nuestra sede comenzaron a brincar por puntos vulnerables, por lo que se tomó la decisión de apagar la música y dar por terminada la piscinada».
Según el escrito, quienes llamaron a las policías regional y municipal fueron los propios directivos del centro recreativo para que los ayudaran a desalojar a las personas.
Los directivos de la Casa Portuguesa pidieron disculpas a la comunidad y a las autoridades.