En la sede de la Cofradía Nuestra Señora del Socorro se realizó la Asamblea Anual de Cofrades, la cual reunió a numerosos miembros de esta hermandad que se prepara para celebrar el próximo 13 de noviembre las fiestas en honor a la Virgen del Socorro, que este año coinciden con el centenario de la Arquidiócesis de Valencia.
La actividad significó un gran reencuentro, dirigida por la junta directiva de la Cofradía Nuestra Señora del Socorro, presidida por Marina Giménez de Bencomo, y realizada en la hermosa casa colonial, ubicada en la calle Martín Tovar, en el casco central de la ciudad.
La cofrade Livia Lárez fue la moderadora y presentó una agenda que incluyó dos conferencias sobre el sentido del servicio por parte de Alberto Koury, director de Refugios Pana; y las advocaciones marianas en Venezuela, a cargo de Ramona Escalante de Febres. Además de la presentación de las actividades mensuales de la corporación.
Las palabras de apertura estuvieron a cargo Marina Giménez de Bencomo, quien mostró su satisfacción por la concurrida asistencia a la asamblea, la cual consideró como un reencuentro, y pidió ser de provecho para todos.
«Dispongamos de nuestro corazón y en actitud confiada, solicitar a Dios, los dones del Espíritu Santo para que la asamblea dé los frutos que nuestra Madre del cielo espera».
Alberto Koury, en su intervención sostuvo que María sigue estando viva entre el pueblo de Valencia a través de la advocación de la Virgen del Socorro. Recordó que cuando la vio por primera vez se quedó sorprendido, porque en su rostro hay dulzura, amor y serenidad.
«Hay una mirada que te dice: «Te amo», nunca había vivido una experiencia así. Es tan increíble que cada vez que iba a verla su rostro era diferente. Es una presencia real. Con su imagen, Dios ha permitido que podamos tener una relación real y viva con la madre del Señor».
Relató su experiencia en el servicio desde la Fundación Refugios Pana, encargada de recibir a niños y adolescentes en situación de calle.
Ramona Escalante de Febres, en su conferencia, señaló que Venezuela es un país mariano. “Es increíble la devoción, porque por donde se vaya hay una advocación mariana».
Entre las advocaciones mencionó a las vírgenes de Coromoto, del Socorro, de la Chiquinquirá, de la Soledad, del Valle, de la Consolación, Inmaculada, de la Paz, Divina Pastora y Virgen de las Nieves.
“Es un regalo de cómo Dios ha querido mostrarnos a nuestra Madre”.
Comentó que es increíble lo que pasa en Carabobo con Nuestra Señora del Socorro, porque ninguna de las advocaciones marianas hace ese recorrido por todas las parroquias como se hace en el estado con la imagen de la Patrona de Valencia.
La conferencista llamó a convertirnos en verdaderos hijos de María, porque Jesús la dejó como Madre desde la Cruz, y es la que nos lleva a él.
“Si nos acogemos a María, tenemos una verdadera filiación con ella como madre, va a estar presente en nuestras vidas, es nuestra intercesora”, recalcó.
La actividad concluyó con palabras del padre Pedro De Freitas, párroco de la Catedral de Valencia, y luego los presentes disfrutaron de un compartir.
Con nota de prensa