Cuando Edgar Leal se dio cuenta que podía hacer de la cocina su vida, ni siquiera había cumplido la mayoría de edad. Hablamos del último tramo de los años ochenta cuando en Venezuela, la profesión de chef no era tan reconocida como ahora.
Pero Leal estaba tan decidido a ser chef que este 2017, a sus 47 años, está cumpliendo 30 años de labor profesional frente a los fogones venezolanos.
Desde hace cinco años está al frente de Leal, un restaurante que, como su nombre lo indica, lleva su sello y su guía. A diferencia de muchos otros restaurantes de autor, su supervisión en cocina y sala es constante y diaria. Leal es el presente de este chef que, en 30 años de trayectoria, ha escrito su nombre también en «Ara» en Caracas y «Cacao» en Miami-
En su etapa de formación, estuvo en los equipos de cocina de maestros como Pierre Blanchard, Marc Provost y Martin Myer, un grupo de cocineros pioneros que se reunieron con el investigador José Rafael Lovera para luego impulsar la cocina venezolana como protagonista de una mesa que prefería, hasta ese entonces, los sabores franceses.
A Edgar Leal, el adolescente, le gustaba cocinar, y ya había experimentado en las hornillas de su casa, pues muchas veces tuvo que prepararse el almuerzo al llegar del colegio. Pero comenzó a considerarla como profesión cuando un amigo de su padre le dijo que quienes más viajaban eran “peluqueros, cocineros y fotógrafos” y la verdad es que Leal lo que quería hacer en su vida era viajar.
Así que se dispuso a ser cocinero pero, para complacer a su padre, se inscribió en Administración en la Universidad Central, pero en los meses que debía esperar para iniciar la carrera comenzó a trabajar con Pierre Blanchard. Nunca empezó las clases en la UCV. La cocina ya lo había enamorado irremediablemente. Al final, su padre lo entendió y, con su ayuda, estudió profesionalmente en el International Culinary Center de Nueva York.

RECONOCIMIENTO AL TALENTO Y A LA CONSTANCIA

En este camino de tres décadas, Edgar Leal ha acumulado premios importantes, entre ellos el Tenedor de Oro en 2014 –y que constituye el principal reconocimiento en Venezuela, otorgado por la Academia de Gastronomía– y el Rising Star Chef de Nueva York. Su restaurante Cacao, por otra parte, llegó a ser reconocido como Mejor restaurante nuevo por Food & wine y Restaurante con mayor logro en Coral Gables por Wine Spectator.
A pesar de todos estos premios, el verdadero logro de Edgar Leal es intangible. Está en la cocina y en la sala de sus restaurantes. Estando en Ara, y con los conocimientos y la experiencia que trajo en la maleta desde Nueva York, revolucionó los horarios que, hasta entonces, tenía el personal de los restaurantes, que hacían doble turno, muy a la usanza francesa. Ese cambio se contagió a toda la restauración venezolana.
La presencia de Leal en su restaurante –que lleva con su esposa, la chef repostera Mariana Montero– es constante. Con esa sonrisa fácil que tiene, aparece con frecuencia en las mesas, conoce personalmente a sus comensales frecuentes, y todos los días, antes de abrir el servicio, se reúne con su personal, para conversar inquietudes y anticipar lo que se hará en sala.
Edgar Leal está conmemorando sus 30 años con la presentación de diversos menús que rota cada mes y en los que hace homenaje a sus maestros y a los lugares por los que ha pasado, con platos emblemáticos y, siempre, con el énfasis de la alta cocina enalteciendo los sabores venezolanos.

Con información de Nota de Prensa.

 




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