Cinco muertes pesaban sobre los hombros de Gregorio Castillo, de 21 años, a quien llamaban «el Piroco». Fue abatido por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas mientras realizaban labores de patrullaje en Santa Eduviges.
Castillo era solicitado por un triple homicidio ocurrido el 21 de agosto y por un asesinato doble, el 23 de julio, ambos cometidos en la parroquia Miguel Peña, al sur de Valencia, precisó una fuente del Cicpc de manera extraoficial.
En el enfrentamiento participaron miembros del Eje de Homicidios de la Base Miguel Peña, conocida también como Los Caobos. Los hechos ocurrieron en el sector Santa Eduvigis, frente a la casa número ocho, en la calle Urdaneta.
«El Piroco» formaba parte de una banda conocida como «el Ojo de Vidrio».