Las unidades afectadas son la número 1 de la Central Termoeléctrica (CTE) Ernesto Guevara, de la provincia occidental de Mayabeque, la 4 y la 6 de las termoeléctricas Diez de Octubre y Antonio Maceo, de las provincias orientales de Camagüey y Santiago de Cuba, respectivamente, detalló la UNE en un comunicado.
Otras dos unidades que salieron de operaciones pertenecen a la empresa Energas, en el balneario turístico de Varadero, en la provincia occidental de Matanzas.
Además indicó que continúan las labores de mantenimiento en cuatro centrales termoeléctricas (CTE) -que no especificó-, así como en el restablecimiento de dos unidades en la CTE del Mariel, ubicada en la provincia de Artemisa (oeste).
Al inicio de esta semana la empresa suministradora de electricidad en la isla comunicó la incorporación al sistema de generación nacional de las centrales termoeléctricas de Felton (centro) y Nuevitas (este), que estaban fuera de servicio por averías desde el pasado de semana.
También advirtió de que aunque se había recuperado la generación, las averías podrían provocar nuevas afectaciones.
Cuba tiene 5,87 GW de capacidad de generación instalada, de los cuales 3,2 GW están operativos, según datos de la compañía estatal Unión Eléctrica (UNE).
El Ministerio de Energía y Minas (Minem) anunció recientemente la llegada a la isla en las próximas semanas de una central eléctrica flotante de procedencia turca que aportará 15 megavatios de energía al sistema eléctrico nacional y además servirá de almacenamiento de combustibles.
Esa nueva planta generadora se sumará a otras cuatro que ya funcionan en la isla como parte del primer proyecto de la compañía turca Karen en América Latina, tiene el objetivo de aliviar el déficit de generación provocado en los últimos meses por frecuentes averías en las plantas termoeléctricas cubanas.
En las últimas semanas también sufrió una parada no programada por averías la central termoeléctrica Antonio Guiteras, situada en la provincia occidental de Matanzas, la mayor del país, situación que obligó a la UNE a programar interrupciones del servicio eléctrico de hasta tres horas seguidas en algunos territorios colindantes.
Ello elevó el uso de los grupos electrógenos en el occidente del país y provocó un pico en la demanda de gasoil que según explicaron entonces las autoridades fue el motivo principal de las colas de hasta ocho horas reportadas en algunas gasolineras de La Habana y otras zonas.
El pasado verano la incapacidad del sistema de satisfacer la demanda eléctrica en ciertos momentos fue uno de los detonantes de las masivas protestas antigubernamentales del 11 de julio, junto a la grave crisis económica y el desbordamiento del sistema sanitario a causa de la pandemia.
