Dayrí Blanco
@DayriBlanco07
A María Vargas se le ve preocupada. Cada vez más. Camina de un aula a otra nerviosa, voltea varias veces, se asegura que no la estén siguiendo y apura el paso. Así pasa los días en los pabellones de la Escuela de Medicina de la Universidad de Carabobo (UC), donde desde hace un año se registran cinco robos diarios.
No hay personal de seguridad que resguarde a alumnos y docentes. Los que ha dispuesto la casa de estudios con su severo recorte presupuestario es insuficiente. Y desde la gobernación no se ha cumplido con la instalación de los puntos de control prometidos.
Vargas está ya en el cuarto año de la carrera y sabe que su preparación no ha sido como la que tuvieron los egresados de la UC hace cinco o 10 años. Las limitaciones han sido determinantes. Más allá del riesgo que corre de ser atracada ha tenido que estudiar en medio de laboratorios desvalijados por la delincuencia y sin los suministros oportunos de parte del ministerio.
Su compañera de clases, Raque Gómez, recordó que ya no realizan prácticas de microbiología ni parasitología porque no hay reactivos, crisis que se sumó al robo de microscopios, bombonas de gas y oxigeno, tuberías y otros implementas básicos como láminas que, incluso, estaban vencidas.
La Facultad de Ciencias de la Salid tampoco cuenta con transporte universitario, los alumnos deben movilizarse a través de la ruta pública del Oncológico Miguel Pérez Carreño, ubicado en las inmediaciones de la institución.
La profesora de Ciencias Morfológicas y Forénses, Eliana López, denunció que en la suma se trata de más de tres mil alumnos y mil docentes los afectados por la situación que expusieron en el consejo de facultad realizado en el devanaron de Ciencias de la Salud las mañana de este jueves.
