El arzobispo de Valencia, monseñor Reinaldo Del Prette, quien superó la COVID-19 satisfactoriamente, aseguró que cinco sacerdotes han fallecido en el estado producto de complicaciones con esta enfermedad.
El prelado de la iglesia católica declaró al programa En Contexto, de la emisora Exitos, donde expresó que tres de los padres muertos eran diocesano, y dos religiosos.
Citó que el primer sacerdote que perdió la batalla contra la enfermedad fue Julio Rodríguez, párroco de San Blas: luego Alex González, párroco de Nuestra Señora del Carmen en Miranda: y posteriormente el padre Moisés Pérez Lugo, párroco de San Martín de Porres, en la Fundación Mendoza.
Díaz más tarde falleció el sacerdote religioso Bruno Piero, párroco de San Juan Bosco del barrio La Castrera, y por último el padre José Leonardo Escalona, de la congregación de San Vicente Paíl, párroco de La Milagrosa.
De este último comentó que no llegó a conocerlo personalmente, porque asumió la parroquia en enero, y en febrero él ya estaba contagiado y no pudieron reunirse.
El arzobispo también informó que ya un grupo de sacerdotes fue vacunado, luego de ser convocados a jornadas por mensajes de textos. No obstante indicó que un buen número de religiosos siguen sin ser inmunizados.
Añadió que las religiosas, sobre todo las que trabajan en colegios, también requieren ser vacunadas antes que comiencen las clases, al igual que los docentes y demás trabajadores de la educación.
Monseñor Del Prette indicó además que en los últimos días cinco sacerdotes se han contagiado con el virus, pero afortunadamente en forma leve. Sin embargo se han mantenido en aislamiento.
Según dijo, envió un oficio a la presidenta de Insalud, para que organice una jornada especial en la Curia, para vacunar a los sacerdotes y religiosas que faltan.