Las autoridades de Vitória, capital del Estado brasileño de Espírito Santo (sureste) aplazaron este lunes el reinicio del año escolar y suspendieron servicios sociales a causa de una huelga policial que incrementó la inseguridad en la región.
El movimiento está encabezado por familiares de agentes de la Policía Militar (un cuerpo dependiente de cada Estado) que bloquean la salida de los cuarteles en demanda de mejoras para los uniformados, quienes no tienen derecho a manifestarse.
Una vocera de la alcaldía de Vitória afirmó que casi todos los municipios están atravesando la misma situación y los servicios de salud también fueron afectados. Por los momentos las autoridades evalúan posibles soluciones.
El movimiento social empezó el sábado por la noche y desde entonces hubo un aumento significativo de asaltos, actos de vandalismo como quema de autobuses y asesinatos, señalaron medios brasileños.
Los familiares reclaman reajustes salariales y compensaciones diversas.
El secretario de Seguridad de Espírito Santo, André Garcia, afirmó en declaraciones a la televisión Globo News que «no es razonable» exigir aumentos en momentos en que Brasil se halla sumido en una recesión y muchos Estados están al borde de la bancarrota.